Pocos dispositivos se roban tanto las miradas de usuarios curiosos como los últimos teléfonos plegables de Samsung, el Galaxy Z Fold 3 y el Galaxy Z Flip 3. De estos dos, el Fold 3 es tal vez el modelo más arriesgado, con un diseño que ofrece una pantalla mucho más grande, a la que quizás sea más difícil que se acostumbren los usuarios más habituados a modelos convencionales.
El Galaxy Z Flip 3, por su parte, es un teléfono que promete llevarnos de nuevo a la época gloriosa de los teléfonos ‘flip’, cuando colgar y abrir nuestro teléfono era más un gesto relacionado con una característica estética que una funcionalidad.
Aunque la primera versión del Galaxy Z Flip mostró al mundo el potencial de los plegables, esta nueva versión viene con mejoras muy importantes. El Z Flip 3 no es un teléfono perfecto, pero sí que representa un paso gigantesco a lo que tal vez sea el futuro del mercado.
Lo que viene en la caja: accesorios y especificaciones
En términos de accesorios, el Z Flip 3 viene en una caja bastante delgada, principalmente debido a que Samsung no incluye cargador ni audífonos. En la caja solamente vemos el teléfono, manuales y un cable USB tipo C. Cabe aclarar, sin embargo, que actualmente en Colombia Samsung está incluyendo los Samsung Galaxy Buds 2 con el equipo en algunas tiendas virtuales, algo necesario ya que el teléfono tampoco tiene conexión de 3,5 mm para audífonos.
Al momento de escribir este contenido, el precio del Galaxy Z Flip 3 en Colombia es de 4.999.990 pesos, que entre el precio del dolar y los impuestos es más de un millón de pesos por encima de los 999 dólares que cuesta el equipo en Estados Unidos. De la misma forma, la única versión en el país es la de 256 GB de almacenamiento y 8 GB de memoria RAM, todo soportado por un chip Snapdragon 888 5G, actualmente el más potente de Qualcomm y que también está en los teléfonos tope de gama de Samsung.
En la práctica, el Snapdragon 888 pudo controlar todas las aplicaciones que quisimos, incluso algunas como ‘Genshin Impact’ y ‘Call of Duty’. Cambiar de aplicaciones es rápido y fluido, navegar Internet y redes sociales no tuvo problemas y, en general, el equipo cumple con lo que esperamos de uno de los chips más capaces del mercado.
En términos de pantalla –o pantallas–, ambas (la interna y la externa) son Amoled. La pantalla interna (la que se dobla), tiene una tasa de refresco de 120 Hz, es compatible con HDR10+ y tiene un brillo de hasta 1.200 nits. Esta pantalla es FullHD+ (1.080 x 2.640 píxeles) y tiene un tamaño de 6,7 pulgadas, lo que da una densidad de píxeles de alrededor de 426. Vale la pena mencionar también que esta pantalla es mucho más angosta y alta que la de un teléfono regular, y esto tiene consecuencias que vamos a ver más adelante.
La pantalla exterior tiene un tamaño de 1,9 pulgadas y una resolución de 260 x 512 píxeles. Esta pantalla ya no es más simplemente una pantalla para notificaciones, sino que su tamaño significa que también puede ser usada para tomar selfies con la cámara trasera. Hablando de cámaras, la cámara principal es de 12 megapíxeles con lentes angular y gran angular, y la posibilidad de grabar video HDR10+.
El lector de huellas en el Galaxy Z Flip 3 está en el costado derecho, debajo de los botones de volumen. Por el lado de sonido, el equipo tiene parlantes estéreo y un ecualizador de sonido integrado por la marca AKG. Por el lado de conectividad, el Flip 3 tiene Wi-Fi 6, NFC y Bluetooth 5.1 de alta calidad.
Diseño y sensaciones en la mano
Basados en nuestro tiempo con el teléfono, el diseño del Galaxy Z Flip 3 se destaca por brindar una experiencia que se siente futurista, pero sin salirse mucho de lo que esperamos de un teléfono inteligente convencional. Ambas pantallas, en conjunto con una mejor bisagra, significan que el teléfono se siente sólido en la mano y lo pone a la par de otros teléfonos en ese rango de precio.
Empezando por la pantalla principal, lo primero que se nota –para bien o para mal– es el pliegue por donde se dobla (un hundimiento en el medio con una especia de protoberancia en los bordes). Dicho pliegue no es lo suficientemente grande como para interrumpir el funcionamiento normal, pero no podemos negar que sí se siente cada vez que los dedos pasan por encima. La pantalla externa ahora está montada en un marco negro que sobresale y que en nuestra opinión se ve mucho mejor que la versión anterior.
El modelo que probamos vino en el color Crema, que se acerca bastante a una tonalidad beige. El color en particular es bastante elegante y combina muy bien con otros colores, en especial con el contraste del marco negro de la pantalla externa. En términos de colores y de diseño, este es un equipo que se siente y se ve elegante y que no necesita de mucho para llamar la atención.
En la mano, el equipo se siente agradable, aunque su cuerpo en vidrio significa que en ocasiones también se llega a sentir frágil. Aunque el Z Flip 3 es resistente al agua, el teléfono no tiene resistencia al polvo o a tierra, algo que es especialmente importante si queremos proteger la pantalla. Además de su diseño plegable y del pliegue en la mitad, el teléfono abierto se siente como cualquier otro.
Cuando el teléfono se encuentra cerrado se vuelve mucho más fácil de cargar en la mano o en un bolsillo. Aunque ciertamente es un poco más grueso que un teléfono regular, su forma compacta hace al teléfono mucho más amigable en espacios más restringidos, además de ofrecer mucha más seguridad a la hora de cargarlo en la mano. Algo para notar es que, pese a tener un diseño ‘flip’, el teléfono es difícil de abrir con una sola mano, por lo que se corre el riesgo de una caída. Cerrarlo con una mano es posible, pero tampoco es lo más cómodo. La sugerencia es usar siempre las dos manos para estas operaciones.
Pese a esto, el teléfono también puede ser algo incómodo: debido a su mecanismo plegable, Samsung ha movido el botón de encendido con el lector de huellas un poco hacia arriba. Esto significa que subir el pulgar hasta tan arriba muchas veces significaba también mover la mano entera. En un mercado acostumbrado a los lectores por debajo o detrás de la pantalla, es posible que para algunos usuarios esta posición del lector resulte incómoda.
Pantalla y batería
Curiosamente, la pantalla es el aspecto más fuerte y también el más débil de este modelo. Empecemos por lo no tan bueno. Lo primero que notamos es que, debido a que debe plegarse, la pantalla del Z Flip 3 no está fabricada en cristal grueso, como suele ser común, sino en un cristal ultra delgado cuya textura en ocasiones se asemeja más al plástico. Aunque esto no presenta problemas para usarla, lo cierto es que sí tiene implicaciones para el usuario.
Tan pronto prendemos el teléfono por primera vez, Samsung advierte que la pantalla puede rayarse fácilmente con elementos como arena, tierra e incluso si hacemos mucha presión con nuestras uñas. Aunque es difícil pensar que el teléfono se raye fácilmente, lo cierto es que accidentes de este tipo no son poco frecuentes y las marcas pueden llegar a ser relativamente profundas.
De la misma forma, el pliegue que existe en el punto en donde se dobla la pantalla, además de poder sentirse al tacto, también puede distorsionar la imagen a ciertos ángulos. Leyendos artículos en fondo blanco con letras negras, es fácil notar la curva que toman las letras cuando pasan por este punto. Esto en realidad es algo mínimo y que solamente se nota en algunos ambientes, pero sucede con relativa frecuencia.
Pero aparte de eso, es cierto es que la pantalla también resalta por una muy buena calidad de imagen. Los negros son muy profundos, los colores parece que saltaran de la imagen y ver contenidos en el Z Flip 3 es toda una alegría. Incluso comparado con otras pantallas Amoled, la del Galaxy Z Flip 3 se destaca por su alto rango dinámico y sus impresionantes colores.
Sin embargo, cuando hablamos de batería, también llegamos a otro punto débil inherente al diseño plegable: su batería pequeña. Acá no estamos hablando de relativos, sino de que con 3.300 mAh el teléfono se queda algo corto para las necesidades de algunos usuarios, en particular en un momento en el que los 5.000 mAh se perfilan como el nuevo estándar. En otras palabras, el Z Flip 3 puede durar el día entero para usuarios intermedios, pero usuarios pesados probablemente necesiten una carga rápida a la mitad del día.
Y hablando de carga rápida, el teléfono cuenta con carga de ‘apenas’ 15 W, que aunque suena poco en realidad no es una molestia mayor debido al tamaño de la batería, por lo que logra estar listo en alrededor de una hora. Así mismo, también tiene carga inalámbrica de 10 W y carga en reversa de 4,5 W. La limitación de la batería es un resultado directo del diseño, que es muy compacto pero que también reduce otros elementos.
Cámara
Otra de las consecuencias de ser plegable se siente en la cámara y en los lentes con los que cuenta el Galaxy Z Flip 3. Acá no encontramos 4 o ni siquiera 3 lentes, sino apenas 2 lentes de 12 MP cada uno. Sin embargo, el número de lentes no cuenta toda la historia, y han existido teléfonos con una sola cámara que toman las mejores fotos (como la línea Pixel de Google).
En ambientes bien iluminados la cámara es bastante decente, con un buen nivel de detalles y de reproducción de colores. En ambientes con poca luz, el teléfono sufre bastante e intenta compensar sus lentes pequeños con una velocidad más larga de apertura, lo que en la práctica significa fotos borrosas y con pocos detalles.
La cámara para selfies es de 10 MP, aunque el diseño plegable abre mucho más las posibilidades para ser creativos. El Z Flip 3 es esencialmente también su propio trípode, y puede ser doblado parcialmente para dejarlo sobre una superficie y programar una cuenta regresiva. De la misma forma, la cámara principal puede convertirse en la cámara para selfies cuando el teléfono está cerrado, lo que le da un poco más de detalle y un lente mucho más amplio.
En el modo nocturno, la cámara no es la mejor, pero tampoco se queda muy atrás y en realidad entrega mejores resultados de lo que esperábamos con apenas 2 lentes. Las fotos se sienten algo ‘suaves’, con un efecto de difuminado en los bordes que pierde nitidez, pero que en últimas son aceptables para fotos casuales.
Software
Uno de los apartados más robustos del Galaxy Z Flip 3 es sin duda el software. El teléfono viene de fábrica con One UI 3.1, que a su vez está basado también en Android 11 con todas las mejoras de Samsung. Para el Z Flip 3, Samsung ha ido un paso más allá para implementar funciones exclusivas.
Con el teléfono cerrado, por ejemplo, basta con oprimir dos veces el botón de encendido para activar la cámara en la pantalla exterior. Gracias a la bisagra, el teléfono puede apoyarse en una mesa y tener dos aplicaciones corriendo simultáneamente en una pantalla dividida, lo que Samsung ha llamado Flex Mode.
Sin embargo, Flex Mode no es universal, sino que su compatibilidad depende enteramente de la aplicaciones que estamos utilizando. Aunque es cierto que funciona con aplicaciones integradas, como la cámara, esto mismo no sucede con aplicaciones tan populares como YouTube. Nos gustaría poder ver más de este tipo de mejoras de software, aunque es difícil negar que el salto de usabilidad ha sido notablemente positivo.
En términos de usabilidad, One UI 3.1 es de por sí una de las variaciones más completas de Android. Así mismo, por el lado de actualizaciones, el Z Flip 3 tendrá 3 años de actualizaciones mayores de Android y 4 años de actualizaciones de seguridad. Esto lo pone a la par de otros dispositivos de Samsung, y muy por encima de otros fabricantes de teléfonos que hasta el momento no han logrado prometer lo mismo que la empresa coreana.
Conclusiones y veredicto
Si miramos otros teléfonos y los comparamos con el Z Flip 3, lo más probable es que el Z Flip 3 se quedé atrás en uno o más apartados. Su precio es bastante alto, muy por encima del mismo Samsung Galaxy S21, tiene una batería pequeña, su cámara sufre en algunos escenarios y en ocasiones es un teléfono frágil.
Sin embargo, el Galaxy Z Flip 3 no fue creado necesariamente para competir, sino también para empujar la industria entera a pensar por fuera de los rectángulos de metal que utilizamos hoy en día. En un mercado que a veces parece saturado por la oferta, el Flip 3 logra curiosamente destacarse no por sus especificaciones, sino por la posibilidad de comprar un teléfono que parece abrir las puertas hacia el futuro.
Utilizar el Galaxy Z Flip 3, abrirlo y cerrarlo, mirar cómo funciona su bisagra con los cientos o miles de partes móviles que funcionan como un reloj para doblar la pantalla… en el papel, el Z Flip 3 no es el mejor, pero es innegable que es un teléfono que ofrece una experiencia única en todo el mercado, que hace que todos alrededor miren con curiosidad y que despierta el puro entusiasmo en una industria que año a año parece más monótona.
El Galaxy Z Flip 3 definitivamente no es un teléfono para todos, pero su valor verdadero está en sentir que después de más de una década, la innovación permea de nuevo las ambiciones de la industria.
Imagen principal: Sebastián Romero/Impacto TIC.