En el mes de agosto, muchos de los paisajes de Bogotá son adornados por cometas coloridas, grandes y pequeñas. Los fuertes vientos que provienen de los Llanos Orientales hacen que el centro del país se convierta en el lugar propicio para disfrutar de esta actividad al aire libre.
Sin embargo, no son raros los incidentes entre cometas, ya sea como consecuencia del viento o de la impericia de los ciudadanos. Estas cometas caen y quedan atrapadas en techos de casas, árboles y, más grave aún, en los cables de alta tensión que transportan la energía de la ciudad. En el 2018, los incidentes ocasionados por cometas fueron más de 70 y lograron afectar hasta a 360.000 personas en la capital.
En el pasado, para remover estas cometas atrapadas en los cables era necesario que Enel-Codensa, la empresa de energía de Bogotá, recibiera un reporte y respondiera con una unidad para realizar la labor manualmente. Como se podría imaginar, esta es una tarea de alto riesgo para los trabajadores, no sólo por la electricidad que se transporta en los cables sino además por la altura a la que se trabaja.
Como solución a esto, e innovando en el sector de energía del país, Enel-Codensa implementó desde el 2018 el uso de dragones lanzafuegos para manipular las cometas atrapadas. No hablamos de los dragones de fantasía, sino de drones-dragones diseñados específicamente para esta tarea. Estos drones están armados con un sistema inflamable que, al ser activado, suelta una ráfaga de fuego controlado. Aunque la llama no es lo suficientemente fuerte para afectar los cables, sí alcanza a quemar la cuerda y los materiales de las cometas.
Algunos minutos después, la cometa cae al suelo y el equipo continúa con la siguiente.
Antes de implementar los drones, una remoción podría durar de 15 a 20 minutos por cometa, usando escaleras y sopletes. Con la nueva tecnología, este tiempo se ve reducido hasta en 5 minutos y es mucho más seguro para los trabajadores. La eficiencia de esto se demuestra en las cifras: 147 cometas removidas en 17 días durante la temporada 2018.
Pese a que el uso del dron resulta en más eficiencia operativa, poco se sabe acerca de qué tan contaminante resulta quemar las cometas. En su mayoría, están fabricadas en plástico y poliéster. Estos componentes, al ser incinerados, sueltan humos negros que pueden resultar tóxicos. Además de esto, puede que dejen marcas negras difíciles de remover en el lugar donde son incinerados.
Innovación de la mano de los drones
Pese a que la utilización de los drones en el país está regulada desde el año 2015, con la circular reglamentaria número 02 de la Aerocivil, muy pocas empresa estatales y de servicios públicos han incursionado en el tema.
Enel-Codensa empezó a diseñar esta tecnología única en el país desde mayo del 2017 en conjunto con Tomas Aéreas S.A.S., y fue implementada en su totalidad para la temporada de cometas del año 2018.
Pese a que los drones diseñados para tareas militares están el país desde el año 2005, las aplicaciones para civiles apenas han llegado desde hace 5 años. El mercado audiovisual y de producción de contenido fueron de los primeros sectores en implementar drones.
Por su parte, la Policía Nacional, en conjunto con la Alcaldía de Bogotá, hizo una inversión de más de 1.800 millones de pesos en drones DJI. La función principal de estos será vigilancia silenciosa desde el aire para apoyar al sistema de cámaras fijas. Al mismo tiempo, ya existen drones de vigilancia en ciudades como Cali y Medellín, y se espera que con el tiempo lleguen a más.
Adicional a esto, los drones también ayudan a las cadenas de televisión a hacer cubrimiento especial de eventos. Muchos de ellos cuentan con permisos especiales que les permiten sobrevolar multitudes de gente con drones.
¿Qué tienen los drones de Enel-Codensa?
Lo primero que hay que notar es que estos drones están construidos a la medida. Son aparatos especializados que no se pueden conseguir en el mercado aficionado. Cuentan con funciones específicas para atender el sistema eléctrico de la zona de servicio de Enel-Codensa.
Además de ayudar en la remoción de objetos extraños en el alambrado, la empresa de energía también usa un dron que ayudan a hacer tendidos eléctricos. Denominado como ‘dron tejedor’, este se encarga de transportar un hilo guía sobre el que se transporta el cable eléctrico. Dependiendo del terreno y de las condiciones climáticas, el trabajo que antes tomaba entre 3 y 5 días ahora se puede hacer hasta en 32 minutos. Una optimización gigantesca.
En paralelo, también usan ‘drones búho’ para monitoreo y revisión de toda la operación desde el aire. El último dron puesto a disposición fue el ‘dron luciérnaga’, que cuenta con luces LED de alta potencia para poder realizar operaciones en la noche. En el futuro, Enel-Codensa planea implementar drones de carga con capacidad de hasta 125 kilos y drones para podar árboles y remover ramas.
¿Cómo va la legislación de drones en Colombia?
En el país, la legislación respecto a drones es bastante reciente. Hacia el año 2015 la Aerocivil publicó la ya mencionada Circular reglamentaria número 02. Ahí se establecen todas las restricciones y permisos que deben ser tramitados para volar drones. Esta circular, sin embargo, limita bastante los usos que se les pueden dar a estos aparatos.
No se puede, por ejemplo, volar drones sobre edificios o aglomeraciones de gente a menos que se tramite un permiso para el cubrimiento de eventos. Adicionalmente, la persona que dirija el dron debe hacer un curso de manejo cuyo precio oscila entre los 3 y 4 millones de pesos. Una vez aprobado el curso, deben registrarse la persona y el dron a la base de la Aerocivil.
En el mes de mayo del año en curso, se publicó una enmienda que remueve algunos de los límites impuestos. Un añadido importante es que las instituciones estatales están exentas de estas restricciones. Esta exención podría en gran medida promover el uso de nuevas herramientas tecnológicas al servicio de la población civil.
Esperemos que con el paso del tiempo y la nueva legislación, la ciudadanía empiece a cosechar más de los beneficios que traen los drones. Puede ser, incluso, que algún día usted reciba paquetes por medio de estos aparatos.