La Computación en la Nube, también conocida como Cloud Computing, es actualmente en una de las tendencias en el campo de la tecnología. Aunque su popularidad ha aumentado, el concepto tiene sus orígenes en la década de 1960.
Históricamente, se atribuye el origen del concepto de Computación en la Nube a varios autores, siendo uno de ellos Joseph Carl Robnett Licklider. Licklider tenía la visión de un mundo interconectado lo que dio lugar al surgimiento de la Computación en la Nube, con el objetivo de descentralizar los recursos de cómputo y almacenamiento, distribuyéndolos en diferentes lugares y facilitando el acceso a la información.
En 1969, Licklider introdujo el concepto de redes intergalácticas de computación, que fueron una de las primeras propuestas de redes informáticas globales, lo que hoy conocemos como Internet, y que se convirtió en la base de la actual Computación en la Nube.
En 1999, se ofrecieron por primera vez servicios de Software como Servicio (SaaS), lo que revolucionó el modelo de licenciamiento de software. Esto permitió a los usuarios despreocuparse de la instalación de actualizaciones o de la compra de licencias, ya que podían acceder a los programas y servicios directamente a través de la nube.
A partir del año 2000, empresas como Amazon desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de la Computación en la Nube. En ese momento, la nube se presentó como un espacio para almacenar información y liberar espacio en los servidores. En la segunda década de este siglo las empresas comenzaron a llevar a la nube procesos relevantes y estratégicos en lugar de simplemente almacenar información.
Este cambio marcó lo que sería la Transformación Digital, ya que las empresas rediseñaron sus negocios en base a esta tecnología. Los beneficios para las organizaciones empresariales incluyen eficiencia, reducción de costos y el establecimiento de nuevas formas de relacionarse con empleados y clientes.
En la actualidad, los recursos de Computación en la Nube se pueden abastecer instantáneamente a través de Internet y ofrecen la capacidad de escalar según las necesidades. Las empresas pagan solo por los recursos que consumen, sin preocuparse por la gestión de la capacidad, las actualizaciones de hardware u otras tareas de mantenimiento y gestión.
Según un informe publicado por Gartner Inc, empresa consultora especializada de investigación de las tecnologías de la información, el gasto de los usuarios finales en todo el mundo en servicios de nube pública crecerá un 21,7 % hasta un total de 597 300 millones de dólares en 2023, frente a los 491 000 millones de dólares de 2022.
Y es que, según la empresa especializada, la nube impulsa la Transformación Digital a través de tecnologías emergentes, incluida la IA generativa, Web3 y el Metaverso.
Gartner proyecta que todos los segmentos del mercado de la nube experimentarán un crecimiento en 2023. Se prevé que la infraestructura como servicio (IaaS) experimente el mayor crecimiento del gasto de los usuarios finales en 2023 con un 30,9 %, seguida de la plataforma como servicio (PaaS) al 24,1%.
Gartner predice que para 2026, el 75 % de las organizaciones adoptará un modelo de Transformación Digital basado en la nube como plataforma subyacente fundamental.
En Colombia, a partir de la Reforma Tributaria de 2016, los servicios de Computación en la Nube gozan de beneficios tributarios. Además, según el Marco de Referencia de Arquitectura Empresarial del Estado Colombiano, las entidades públicas deben considerar la opción de prestar o adquirir servicios tecnológicos utilizando la nube (pública, privada o híbrida) como primera opción.
¿Qué es la Computación en la Nube?
La Computación en la Nube ha cambiado la forma en que usuarios y empresas acceden, almacenan y utilizan los recursos de TI. Ya no es necesario mantener servidores locales y centros de datos privados, porque la nube ofrece un enfoque más eficiente para la gestión de los recursos tecnológicos.
Gartner define el mercado de infraestructura y servicios de plataforma en la nube (CIPS) como una oferta estandarizada y altamente automatizada. En este modelo, los recursos de infraestructura, como cómputo, redes y almacenamiento, se complementan con servicios de plataforma integrados. Estos servicios incluyen aplicaciones administradas, bases de datos y funciones como servicio.
Desde el punto de vista técnico, Gartner destaca que los recursos en el mercado de CIPS son escalables y elásticos casi en tiempo real, lo que significa que pueden adaptarse rápidamente a las demandas cambiantes. Además, estos recursos se miden según su uso, lo que permite a las organizaciones pagar solo por lo que consumen.
Para Forrester, otra consultora especializada de investigación de las tecnologías de la información, la Computación en la Nube se define como la capacidad de entrega de tecnología estandarizada (servicios, software o infraestructura) entregada a través de tecnologías estándar de Internet en una forma de autoservicio de pago por uso.
En pocas palabras, la Computación en la Nube es un método de gestión de recursos de TI que se basa en el acceso a través de Internet a servicios virtuales de computación, redes y almacenamiento proporcionado por un proveedor remoto. En lugar de invertir en costosas infraestructuras de TI y tener la responsabilidad de su mantenimiento y gestión, los usuarios pueden confiar en proveedores de servicios para satisfacer sus necesidades.
La vida cotidiana cotidiana muchos productos tecnológicos se basan en la Computación en la Nube para ofrecer servicios y funcionalidades avanzadas. plataformas como Netflix, servicios de correo electrónico como Outlook, almacenamiento en la nube como OneDrive y Google Drive, edición colaborativa de documentos en Google Documents, reproducción de música en línea en Spotify y almacenamiento de archivos de imágenes en iCloud, son algunos ejemplos.
¿Cómo funciona la Computación en la Nube?
La tecnología de la computación en la nube utiliza servidores remotos para conectar los dispositivos de los usuarios a recursos centralizados, permitiendo guardar y acceder a la información a través de una conexión a Internet, eliminando así la necesidad de contar con discos duros en los computadores tradicionales.
El funcionamiento de la nube es bastante sencillo. Existen empresas que ofrecen servicios de cloud computing y disponen de servidores que generalmente se encuentran en Internet. Para utilizar estos servicios, ya sea de forma gratuita o pagando, simplemente es necesario registrarse en el portal del proveedor y esperar la confirmación del trámite para empezar a hacer uso del servicio.
Técnicamente, el funcionamiento de la computación en la nube se divide en dos partes: el front-end y el back-end.
El front-end representa la computadora o cualquier otro dispositivo inteligente del cliente, así como las aplicaciones necesarias para utilizar el sistema en la nube. En su arquitectura, encontramos 3 elementos principales:
Software: se trata de un programa que se vincula a la aplicación cloud desde el lado del cliente, permitiendo la interacción con el servicio en la nube.
Interfaz: es el entorno con el que el usuario interactúa para realizar tareas en la nube, como acceder a archivos o ejecutar aplicaciones.
Hardware: dado que la mayor parte del trabajo pesado se realiza en la nube, los dispositivos del cliente no requieren un alto rendimiento. Por lo tanto, no es necesario contar con equipos potentes para utilizar los servicios en la nube.
El back-end está compuesto por los servidores y sistemas de almacenamiento que proveen el servicio de la nube. Este es el otro extremo del sistema y su función principal es monitorear las necesidades del cliente para garantizar el correcto funcionamiento de todo el sistema.
El back-end se encuentra ubicado generalmente en granjas de servidores o “server clusters/farms” que pueden estar distribuidos geográficamente. En él se encuentran 5 componentes principales:
Software: considerado como el motor del sistema, es el encargado de ejecutar las tareas del servicio ofrecido por la arquitectura en la nube.
Aplicación: es la interfaz que el servidor ofrece al usuario, alineando las demandas del cliente con las funcionalidades del back-end.
Cloud Runtime: se trata de un sistema con múltiples procesos que se ejecutan en paralelo en el mismo servidor, permitiendo un rendimiento eficiente.
Almacenamiento: es el lugar donde se guardan los datos necesarios para operar el software alojado en la nube.
Infraestructura: está relacionada con el procesamiento de datos y abarca componentes esenciales como la Unidad de Procesamiento Gráfico (GPU), la Unidad Central de Procesamiento (CPU), motherboards y otros elementos necesarios para el funcionamiento del sistema.
¿Cuáles son los beneficios de la Computación en la Nube?
Los beneficios empresariales de adoptar la nube son numerosos y pueden ser aprovechados de manera efectiva. Según la empresa especializada Gartner Inc, la nube ofrece ventajas tanto a nivel técnico como estratégico.
Desde el punto de vista técnico, la nube permite la integración de aplicaciones, implementaciones y redes, lo que a su vez genera soluciones comerciales más fluidas. Esto significa que las empresas pueden operar de manera más eficiente y optimizada, facilitando la realización de tareas y procesos internos.
A nivel estratégico, la adopción de la nube crea oportunidades para que las organizaciones desarrollen nuevos servicios digitales dirigidos tanto a sus clientes como a sus empleados. Esto implica la posibilidad de ofrecer experiencias personalizadas y mejorar la comunicación y colaboración interna. Además, la nube también brinda la capacidad de hacer que las cargas de trabajo sean más rentables y eficientes, lo que se traduce en un ahorro de costos y una mayor productividad.
Además de la comodidad y accesibilidad que ofrece, la Computación en la Nube presenta una serie de beneficios significativos en términos de eficiencia y costos.
- Flexibilidad: Los usuarios pueden aumentar o disminuir la capacidad según sea necesario, lo que elimina la necesidad de realizar inversiones iniciales costosas en hardware y software. En lugar de comprar y mantener costosos equipos, los usuarios pueden aprovechar los recursos disponibles en la nube y pagar solo por lo que utilizan.
- Reducción de costos en infraestructura: Al eliminar la necesidad de adquirir y mantener hardware y software, las organizaciones y usuarios pueden ahorrar dinero. Además, también se elimina el gasto en instalación y mantenimiento, ya que estos servicios son proporcionados por el proveedor de la nube.
- Economía de espacio: Al almacenar los recursos en línea, se elimina la necesidad de tener servidores y equipos físicos en las instalaciones de la empresa. Esto libera espacio y reduce los costos asociados con el almacenamiento y la gestión de hardware.
- Centralización de la información: En lugar de tener datos dispersos en diferentes programas y sistemas con diferentes formas de autenticación y acceso, la Computación en la Nube permite tener una única fuente de información centralizada. Esto facilita la colaboración y el intercambio de datos, ya que todos los usuarios autorizados pueden acceder a la información de manera segura desde cualquier lugar y en cualquier momento.
- Trabajo remoto: Los empleados de las empresas pueden acceder a todos los datos y aplicaciones necesarios a través de cualquier dispositivo con conexión a Internet, como computadoras, portátiles, tabletas o teléfonos inteligentes. Esto permite a las empresas adoptar políticas de trabajo flexibles y fomentar el teletrabajo en Colombia, lo que a su vez puede aumentar la productividad y la satisfacción de los empleados.
¿Qué tipos de nube hay?
Nube pública
Es un modelo de computación en la nube que ofrece recursos computacionales, como servidores y almacenamiento, proporcionados por un proveedor externo a cualquier persona o empresa que desee utilizarlos. En este modelo, el cliente asume la responsabilidad de lo que se envía a la nube, ya sea una copia de seguridad, una aplicación o archivos, mientras que el proveedor de la nube se encarga del mantenimiento, la seguridad y la gestión de todos los recursos.
Una de las características clave de la nube pública es que todo está disponible a través de la web y se comparte entre varios usuarios que lo utilizan de forma simultánea pero independiente, lo que garantiza que los recursos se mantengan estandarizados. Esto significa que múltiples usuarios pueden acceder a los mismos recursos en la nube pública, pero cada uno tiene su propio entorno aislado y seguro.
La nube pública ofrece soluciones unificadas, lo que la convierte en una opción más económica para los negocios que buscan ahorrar en inversiones.
Nube privada
Es un modelo en el cual una empresa mantiene su infraestructura en la nube dentro de su propio dominio interno, brindando acceso restringido únicamente a usuarios seleccionados, como funcionarios y socios. Esta modalidad proporciona a la empresa la capacidad de personalizar las funciones y el soporte de acuerdo a sus necesidades específicas. Al estar diseñada exclusivamente para la organización, todos los procesos se adaptan a la realidad del negocio.
La nube privada se utiliza principalmente por organizaciones que deben cumplir con regulaciones y normas específicas en cuanto a la seguridad y privacidad de los datos e información. Ejemplo, instituciones financieras y gubernamentales que manejan información sensible y confidencial.
Nube híbrida
Es un modelo que combina las características de la nube pública y la nube privada, permitiendo compartir datos y aplicaciones entre ambas. Este enfoque se basa en las necesidades y estrategias de cada negocio, donde algunos recursos se utilizan de manera privada, mientras que otros se aprovechan de la infraestructura pública o se conectan a través de tecnologías específicas.
La nube híbrida ofrece flexibilidad y escalabilidad, ya que permite a las organizaciones aprovechar los beneficios de la nube pública, como el acceso a recursos externos y la reducción de costos, al tiempo que mantienen el control y la seguridad de ciertos datos y aplicaciones sensibles en su propia infraestructura privada. Esta combinación de nubes públicas y privadas se logra a través de tecnologías de conexión, como redes privadas virtuales (VPN) o enlaces dedicados, que permiten la transferencia de datos entre los diferentes entornos de nube.
¿Cuáles son los riesgos de la Computación en la Nube?
Kaspersky, reconocida empresa tecnológica especializada en el desarrollo de software de ciberseguridad, destaca la importancia de considerar el mayor riesgo que plantea el uso de la nube: la ausencia de un perímetro definido.
Mientras que la seguridad cibernética tradicional se enfocaba en proteger el perímetro, los entornos en la nube se caracterizan por una alta interconectividad, lo que implica que las interfaces de programación de aplicaciones (API) presenten vulnerabilidades y los secuestros de cuentas puedan generar problemas reales.
Ante estos desafíos en materia de seguridad en la computación en la nube, los profesionales de la ciberseguridad deben adoptar un enfoque más centrado en los datos. Esto implica implementar medidas de seguridad adicionales, como la encriptación de datos, el monitoreo continuo de actividades sospechosas y la autenticación multifactor, con el objetivo de salvaguardar la integridad y confidencialidad de la información almacenada en la nube. Algunos de los principales riesgos son:
- Seguridad y privacidad de los datos: La protección de los datos es una de las principales preocupaciones. Con la gran cantidad de datos almacenados en la nube, tanto de empresas como de usuarios individuales, los piratas informáticos tienen como objetivo vulnerar la seguridad y acceder a información sensible. Las violaciones de seguridad pueden ocasionar pérdidas financieras y daños a la reputación de una organización.
- Riesgos de cumplimiento: A medida que aumentan los ataques cibernéticos y las preocupaciones sobre la privacidad de los datos, las regulaciones de cumplimiento se están volviendo más estrictas. Las organizaciones deben cumplir con las leyes y regulaciones aplicables para garantizar la seguridad y privacidad de los datos de sus clientes. Los datos que se trasladan de instalaciones locales a la nube deben cumplir las leyes locales y regionales.
- Pérdida de visibilidad y control: La Computación en la Nube permite a las organizaciones despreocuparse de administrar la infraestructura y los recursos, pero esto también significa que tienen menor visibilidad y control sobre su software, sistemas y activos informáticos. Esto dificulta la verificación de la eficacia de los sistemas de seguridad y la implementación de respuestas a incidentes, ya que las organizaciones no tienen un control completo sobre sus activos en la nube.
- Incompatibilidad: Al trasladar las cargas de trabajo, pueden surgir problemas de incompatibilidad entre los servicios en la nube y la infraestructura local existente. Esto puede requerir una inversión de recursos para hacer que los sistemas sean compatibles o incluso la creación de nuevos servicios. Por esto, es importante analizar la compatibilidad entre los servicios deseados y los ofrecidos por el proveedor.
- Controles y gestión de acceso inadecuados: Una mala gestión de los controles y el acceso puede generar diversos riesgos para una organización. Los ciberdelincuentes pueden aprovechar vulnerabilidades en las aplicaciones web, robar credenciales y acceder a datos sensibles. Además, pueden surgir problemas como contraseñas débiles, usuarios inactivos con sesiones abiertas durante períodos prolongados y una mala gestión de contraseñas y certificados, lo que expone su información comercial y los datos de los usuarios.
¿Cuáles son los tipos de servicios en la nube?
- Infraestructura como Servicio (IaaS): Es una infraestructura de computación instantánea y administrada a través de Internet. Evita costos adicionales y complejidad de administrar servidores o centros de datos, ya que solo se necesita adquirir las herramientas que necesita usar. El proveedor del servicio administra la infraestructura, mientras la empresa instala, configura y administra su propio software, sistema operativo y aplicaciones. Según Gartner, el mercado mundial de servicios de nube pública de IaaS creció un 41 % en 2021, pero solo cinco proveedores representan más del 80 % del mercado total: Amazon, Microsoft, Alibaba, Google y Huawei.
- Plataforma como servicio (PaaS): Es un entorno de desarrollo en la nube que incluye desde aplicaciones simples, hasta aplicaciones empresariales complejas. La Plataforma es la solución indicada para garantizar el ciclo de vida de las aplicaciones web: diseño, pruebas, implementación, administración y actualización. PaaS también incluye herramientas de desarrollo, administración de base de datos, servicios de inteligencia empresarial y análisis. Los ejemplos comunes incluyen Google App Engine y AWS Elastic Beanstalk.
- Software como Servicio (SaaS): El software como servicio permite la conexión y el uso de aplicaciones basadas en la nube a través de Internet como los servicios de correo electrónico y herramientas de colaboración como Microsoft Office 365. Toda la infraestructura del software y los datos almacenados están localizados en el centro de datos de la empresa proveedora, que es la encargada de gestionar el mantenimiento del software y hardware.
¿Cuáles son los proveedores más populares de servicios en la nube?
Un proveedor de servicios en la nube es una empresa externa que ofrece infraestructuras, plataformas (IaaS, PaaS, SaaS) o sistemas de software (cloud computing) que operan a través de Internet. En el mercado de los proveedores de servicios de comunicaciones, se encuentran proveedores en la nube de diversos tamaños. Los 3 principales, Google Cloud, Microsoft Azure y Amazon Web Services (AWS), se consideran los líderes del mercado.
Además, existen otros proveedores importantes como IBM Cloud, Oracle, VMware, Salesforce y Alibaba. Estos proveedores ofrecen soluciones y servicios en la nube que se adaptan a las necesidades específicas de las empresas.
Cabe destacar que cada vez es más común que las empresas opten por combinar proveedores de servicios en la nube de diferentes proveedores de servicios de comunicaciones, en función de sus necesidades, en lugar de elegir un único proveedor. Los distintos proveedores pueden especializarse en áreas particulares, como análisis de datos y servicios de Inteligencia Artificial, o proporcionar una mejor compatibilidad con entornos heredados u opciones de computación en la nube más amplias.
¿Cómo migrar a la Computación en la Nube?
La migración se ha convertido en un tema de gran relevancia en el mundo empresarial, ya que implica trasladar diversos aspectos de una organización hacia una infraestructura basada en la nube en lugar de utilizar servidores locales o equipos de escritorio.
Gartner ha definido 5 enfoques para migrar cargas de trabajo a la nube pública. Estas estrategias brindan opciones flexibles a las organizaciones que desean aprovechar los beneficios de la nube.
Rehospedar: Esta estrategia implica “levantar y cambiar” una aplicación desde su entorno actual, ya sea físico o virtual, hacia una plataforma en la nube. El objetivo es realizar la menor cantidad de cambios posible en la aplicación y su entorno de tiempo de ejecución. Esto permite una migración rápida y sin interrupciones significativas.
Revise: En este enfoque, la aplicación se “levanta, cambia y ajusta” para que sea más segura, fácil de administrar y menos costosa en la nube pública. Se realizan modificaciones adicionales a la aplicación con el fin de aprovechar al máximo los servicios y características disponibles en la nube.
Rediseñar: Esta estrategia implica alterar o refactorizar significativamente la aplicación para adaptarla a una arquitectura optimizada para la nube. Aquí se aprovechan las capacidades nativas de la nube, lo que implica una reestructuración más profunda de la aplicación. El objetivo es obtener un mejor rendimiento y escalabilidad en el entorno de la nube.
Reconstruir: En este caso, la aplicación se reescribe desde cero, pero conservando la lógica y los algoritmos comerciales centrales. El código heredado se deja de lado, y se reconstruye la aplicación utilizando plataformas y servicios específicos de la nube. Este enfoque brinda una mayor flexibilidad y eficiencia al aprovechar al máximo las características de la nube.
Reemplazar: Esta estrategia implica sustituir completamente una aplicación por una alternativa de software como servicio (SaaS) de terceros. Se configura o amplía el entorno SaaS para cumplir con los requisitos específicos y, en caso necesario, se realiza la migración de los datos heredados al nuevo entorno. Esta opción es adecuada cuando se busca una solución externa completa y se desea evitar la gestión interna de la aplicación.
¿Cómo gestionar la seguridad en la nube?
La seguridad en la nube es un conjunto de procesos, mecanismos y servicios que se utilizan para garantizar la protección de datos, el cumplimiento de normativas y la mitigación de riesgos asociados con el uso de la computación en la nube. Es fundamental abordar la seguridad, incluyendo la gobernanza, el cumplimiento y la privacidad, desde el inicio de cualquier estrategia de adopción de la nube.
A lo largo del tiempo, las actitudes hacia la seguridad en la nube han experimentado cambios significativos. En sus inicios, muchas personas tenían reservas respecto a la seguridad de la nube pública, considerándola como un entorno poco confiable para almacenar datos sensibles. Sin embargo, en la actualidad, algunas organizaciones confían excesivamente en los proveedores de servicios de nube pública, sin comprender completamente los alcances y limitaciones de la seguridad que ofrecen.
Es crucial tener claro qué aspectos de la seguridad son asegurados por los proveedores de nube y cuáles no. Cada proveedor establece sus propias medidas de seguridad y políticas de cumplimiento, por lo que es necesario evaluar cuidadosamente los términos del contrato y las garantías ofrecidas. Además, es importante comprender que la responsabilidad de la seguridad en la nube es compartida entre el proveedor y el cliente, por lo que es fundamental implementar controles de seguridad adicionales según las necesidades y requisitos específicos de cada organización.
Aquí 5 pasos a tener en cuenta para gestionar la seguridad en la nube:
- Usar software confiable: Es esencial asegurarse de utilizar software proveniente de fuentes confiables y conocidas.
- Comprender el cumplimiento normativo: Los datos personales, financieros y otra información confidencial almacenada en la nube pueden estar sujetos a estrictas regulaciones y normativas. Las leyes varían según la ubicación y los socios comerciales involucrados. Antes de elegir una implementación en la nube, es importante verificar los requisitos de cumplimiento normativo.
- Administrar los ciclos de vida: Los entornos de nube permiten la creación de nuevas instancias y el desuso de las antiguas de manera fácil y rápida. La gestión adecuada de los ciclos de vida y la implementación de políticas de control pueden abordar este problema y garantizar la seguridad a largo plazo.
- Considerar la portabilidad: Es esencial evaluar la portabilidad de las cargas de trabajo en la nube. Los acuerdos de nivel de servicio (SLA) deben establecer claramente los términos y condiciones para el retorno de los datos y las aplicaciones del cliente en caso de necesidad. La capacidad de trasladar fácilmente los activos de una nube a otra puede evitar problemas futuros.
- Supervisar los entornos constantemente: La supervisión activa de los espacios de trabajo en la nube es fundamental para evitar fallas de seguridad o mitigar sus consecuencias. Al monitorear de cerca los sistemas y las actividades en la nube, se pueden detectar y responder rápidamente a cualquier anomalía o amenaza.
¿Cómo se puede optimizar el uso de la nube?
La optimización en la computación en la nube es un proceso que tiene como objetivo mejorar el desempeño, la eficiencia y la fiabilidad de los recursos y servicios de la misma. Para lograr esto, es necesario identificar y resolver problemas en la arquitectura de la nube, el diseño de aplicaciones y el uso de los recursos, y aplicar las mejores prácticas en cuanto a seguridad, escalabilidad y recuperación ante desastres.
En la optimización del uso de la nube, es importante considerar varios elementos clave:
- Planificación de capacidad: Evaluar los recursos actuales y futuros de su entorno en la nube y asegurarse de que haya una cantidad adecuada de recursos disponibles para satisfacer sus necesidades.
- Utilización de recursos: Monitorear y gestionar el uso de los recursos en la nube para asegurarse de que se utilicen de manera eficiente y efectiva.
- Optimización de costos: Minimizar los costos de los recursos y servicios en la nube mediante la identificación y resolución de áreas de ineficiencia y desperdicio, como el sobreaprovisionamiento o los recursos subutilizados.
- Optimización del rendimiento: Mejorar el rendimiento de las aplicaciones y servicios en la nube optimizando el ancho de banda de la red, el rendimiento de almacenamiento y el rendimiento de la base de datos.
- Optimización de seguridad: Mejorar la seguridad de los recursos y datos en la nube mediante la implementación de las mejores prácticas de control de acceso, cifrado y mitigación de amenazas.
- Optimización de escalabilidad: Asegurarse de que su entorno en la nube pueda escalar hacia arriba o hacia abajo según sea necesario para satisfacer las necesidades.
- Recuperación ante desastres: Establecer un plan de recuperación ante desastres para garantizar que su entorno en la nube pueda recuperarse rápidamente de fallas o interrupciones.
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