2022 es un año bastante peculiar. Si bien 2020 y 2021 estuvieron marcados por la situación de pandemia, cuarentenas y la llegada de las vacunas, 2022 es un año que se niega a ser definido completamente. Para algunos, puede que 2022 sea el último gran año de la pandemia, incluso con la llegada de otras variantes del virus; para otros, sin embargo, 2022 es el primer año de relativa normalidad empresarial, con negocios y una fuerza de trabajo que también vuelven al mundo presencial.
Así como durante la pandemia, la tecnología se ha convertido en uno de los grandes aliados de empresas y usuarios en este año de transición. Después de una lección fuerte gracias a la cuarentena y la necesidad forzada de la digitalización, el sector empresarial ha experimentado de primera mano las ventajas y las posibilidades de hacer una verdadera Transformación Digital.
En este contexto, y después de 2 años ausente, el Claro Tech Summit volvió como evento presencial para reunir a un sector empresarial que hoy más que nunca busca soluciones tecnológicas para problemas y demandas modernas. El evento se realizó los pasados 31 de marzo y 1º de abril en Cartagena.
El año de la reactivación
En el periodo de la pandemia, las empresas de telecomunicaciones no solamente se convirtieron en infraestructura esencial, sino que también tuvieron que lidiar con un aumento sin precedentes en la demanda de conexiones y en el ancho de banda consumido por cada usuario. Si bien antes era vista como una conveniencia, la tecnología se convirtió en un bien esencial para estudiantes, profesores y empresas.
Con esto en mente, Carlos Zenteno, presidente de Claro Colombia, comenzó la serie de conferencias del evento explicando algunos de los avances de la compañía en pandemia. Tal vez el hecho más importante fue la conexión de un cable submarino de telecomunicaciones que pasa directamente por San Andrés y Providencia, abriendo así la posibilidad para que la isla tenga no solamente conexiones móviles y satelitales, sino también de fibra óptica.
Para poner el tono de entrada, Zenteno reflexionó sobre qué tan diferente sería la pandemia si nos hubiera tocado 10 o incluso 5 años antes, con redes no tan robustas y entornos empresariales y de consumo que todavía no daban el salto entero hacia la digitalización. “La pandemia nos tomó mejor preparados, con gran cantidad de servicios virtualizados, con redes más potentes”, dijo el ejecutivo.
Esto es especialmente importante cuando notamos algunas de las cifras que Zenteno compartió utilizando como base un estudio de 2020 de la Superintendencia de sociedades: durante la pandemia, alrededor del 60,4 % de las empresas funcionaba con restricciones operativas de solvencia, y el 8.7 % de las empresas encuestadas cerraron completamente. Aquellas que lograron superar –y en algunos casos también crecer durante– el estado de pandemia fueron también las que alcanzaron una mayor capacidad de adaptación.
Y aunque solemos pensar en esta capacidad de adaptación como un proceso interno, lo cierto es que también ha sido un elemento fundamental como un proceso externo. A falta de opciones presenciales, las empresas debieron mejorar su portafolio de productos digitales para usuarios, otorgando no solamente independencia sino también conveniencia. Si bien solemos hablar del crecimiento de aplicaciones como Zoom y Microsoft Teams como grandes protagonistas de la pandemia, también es importante mencionar que ha sido la pandemia de las apps móviles.
Uno de los aspectos más importantes de esta situación, incluso más que la digitalización de las empresas, ha sido el cambio en la forma de consumo de los usuarios. La pandemia significó la digitalización de las empresas, pero así mismo también significó la entrada a los ecosistemas digitales de muchos usuarios. Camilo Herrera, experto en consumo y socio fundador de Raddar, explicó que la reactivación después de la pandemia estará marcada por los consumidores híbridos.
Incluso hablando de usuarios, sería un error pensar que existen algunos que solamente utilizan determinado canal o producto. Un ejemplo es pensar que los jóvenes prefieren canales digitales, mientras que personas mayores utilizan casi exclusivamente canales presenciales. “Hoy por hoy, cada vez más hogares usan Internet, cada vez más hogares usan redes sociales, cada vez más hogares empiezan a recordar la publicidad de las marcas en Internet”, dijo Herrera.
Las nuevas demandas de los consumidores significan un reto gigante para las empresas, ya que no solo deben expandirse hacia entornos digitales, sino también lidiar con usuarios que demandan más que nunca contenidos y productos personalizados y a la medida.
Big Data e Inteligencia Artificial para las empresas
Aunque a veces la Inteligencia Artificial es considerada como una tecnología relativamente nueva, lo cierto es que su concepción se remonta hasta la década de 1950, explica Diego Páramo, experto en IA y cofundador de Epica. La particularidad reciente es que nunca en la historia se había visto un movimiento tan marcado hacia tecnologías en las que IA puede ser aplicada con tan buenos resultados.
Páramo explica que, en un mundo cada vez más competitivo, la Inteligencia Artificial se ha convertido en uno de los factores principales para ser implementado a nivel interno o para mejorar procesos con clientes o usuarios. Hoy en día, la personalización y la creación de soluciones a la medida se ha convertido en un diferenciador para mejorar la relación entre usuarios y empresas.
Justamente por esto es que las grandes compañías de tecnología han invertido tan fuertemente en mejorar la relación entre máquinas y humanos. “Hoy en día estamos teniendo interacciones con Inteligencia Artificial sin darnos cuenta”, explica Páramo, agregando también que la gran mayoría de los servicios que utilizamos están integrados de alguna forma u otra con alguna aplicación de IA.
“El concepto de techceleration es el de cómo la tecnología me ayuda a acelerar. Hay dos ejemplos claros: comercio electrónico y la vacuna de mRNA. Pudimos tener una vacuna en tiempo récord gracias a la Inteligencia Artificial”.
Diego Páramo, cofundador de Epica
Si bien esto es un paradigma clave para las empresas, lo cierto es que también es un tema relevante para los gobiernos. Tal vez ninguna tecnología tiene el potencial para ser tan disruptiva como la IA, debido principalmente a las puertas que abre para usuarios y empresas. Esto, además, también es tangencial a temáticas como la protección de datos de usuarios y la preservación de los derechos en entornos digitales.
Avanzan los balances del cuatrienio
Durante el Claro Tech Summit, la ministra TIC, Carmen Ligia Valderrama, explicó que, a escasos 80 días de terminar la administración actual, el gobierno colombiano se enfocó en hacer que todas estas tecnologías se conviertan no solamente en el presente, sino también en una plataforma para impulsar el desarrollo del país a futuro. “Teníamos que dejar líneas muy claras en política pública en diferentes temas como Inteligencia Artificial, ciberseguridad, seguridad y gobierno digitales”, explicó.
Justamente por este motivo, la ministra resaltó el papel que ha tenido la administración en la conectividad del país. Según cifras mostradas por la funcionaria, en el país existen en total 44 millones de conexiones a Internet –8 millones cableadas y las otras 36, móviles–. Uno de los logros recientes más importantes ha estado en la Misión de expertos de IA, desde la que profesionales de varias ramas del conocimiento han asesorado al gobierno en la creación de políticas públicas en un entorno cada vez más envuelto por esta tecnología.
El futuro después de la pandemia
Esta visión del futuro por parte del gobierno, si bien es optimista, también tiene muy claro que viene de la mano con otros desarrollos que deben ser igual o más importantes que la misma IA. Uno de ellos que cada día se vuelve más relevante es el de la ciberseguridad, especialmente cuando hablamos de infraestructura crítica a nivel nacional.
El despliegue de tecnologías como IoT en sectores como el minero o el energético también ha significado repensar la ciberseguridad. Con cada vez más dispositivos conectados, es fundamental entender que mantener la integridad de todos estos proyectos es una tarea de todos los días. Víctor Muñoz, director del Departamento Administrativo de la Presidencia, entregó dos ejemplos claros: el Dane y el Invima.
Después de sufrir un ataque que tumbó sus operaciones, el Dane pudo responder prontamente y retomar servicios casi por completo en 3 días. El Invima, en cambio, va a cumplir 45 días desde su ataque y todavía no tiene muy claro cuándo estarán de vuelta al 100 %. La diferencia, explica Muñoz, está en que el Dane estaba mucho más adelantado en sus procesos digitales y contaba con procesos automatizados para respuesta en casos de ataques. “Es muy importante trabajar en los modelos de prevención”, dijo.
Tal vez una de las reflexiones más grandes del Claro Tech Summit ha sido entender que este proceso de transformación toca a todos los sectores, industrias y regiones. Más allá de pensar si es responsabilidad de empresas, gobiernos o individuos, la clave para afrontar mejor los retos digitales del futuro postpandemia está en el trabajo en conjunto entre todas las ramas de la comunidad.
Leonard Broddy, futurólogo y el encargado de cerrar el evento, afirmó que la historia humana se mueve en ciclos. Tal y como ocurrió en la pandemia de 1918, el mundo después del Cóvid-19 estará marcado por crecimiento económico y una nueva era de innovación. “En los próximos 5 años se producirán algunas de las mayores innovaciones, tal y como ocurrió en los años 20. Esta es una oportunidad de crecimiento que se presenta una vez en una generación, y tienen que preguntarse realmente cómo se van a mover”.
Imagen principal: Sebastián Romero/Impacto TIC