Donde sea que miremos, uno de los dispositivos que casi siempre veremos serán los teléfonos inteligentes. Esto se debe no solamente a que Internet móvil se ha extendido rápidamente, sino además al gran desempeño que los teléfonos actuales tienen. Desde navegar la web hasta jugar los juegos más demandantes, hoy por hoy la movilidad ya no significa sacrificar alto rendimiento.
Debido a esto, uno de los componentes más importantes de los teléfonos es su chip. Cuando hablamos de chips para teléfonos, por lo general nos referimos a su SoC –System on a Chip–. A diferencia que en un computador, en el que elementos como la CPU, la memoria RAM o la GPU son independientes, en un SoC móvil todos estos elementos están integrados en un mismo chip.
Este diseño tiene la ventaja de permitir mejor integración en los componentes del teléfono, pero tiene desafíos en el consumo de poder y en el control de la temperatura para alcanzar su máximo rendimiento. Incluso con este reto, el mercado de chips para teléfonos ha crecido con rapidez, y recientemente MediaTek se convirtió en el fabricante de chips móviles con más unidades vendidas en el mercado.
Los inicios de la industria
Aunque ciertamente nuestros teléfonos inteligentes son un dispositivo relativamente moderno, el diseño de sus capacidades se remonta varías décadas atrás. El año 1985 marcó la creación de una compañía que hoy en día continúa siendo una de las más importantes para la industria móvil: ARM.
ARM es la sigla en inglés de ‘Advanced RISC Machines’, que en español significa máquinas avanzadas RISC. Ahora, ¿qué es RISC? En palabras sencillas, RISC hace referencia a un tipo de arquitectura de CPU que en el pasado fue utilizada en computadores como el BBC Micro. En el mundo de la arquitectura de CPU, existen dos arquitecturas principales: RISC y CISC.
En el pasado, CISC era conocida por ser más potente y tener más rendimiento, pero al costo de un alto consumo de energía y generando bastante calor. Esta arquitectura –también conocida como x86– todavía sigue con nosotros, y es utilizada en las CPU que fabrican compañías como Intel y AMD. La tecnología RISC, en cambio, sacrifica rendimiento por eficiencia, resultando en chips más adecuados para dispositivos móviles.
Durante años, ARM se dedicó al diseño y fabricación de chips, pero hoy en día se enfoca exclusivamente en el diseño de chips. Estos diseños son tomados por compañías como MediaTek que realizan ajustes a los diseños y los integran para crear los SoC que encontramos en nuestros teléfonos.
Antes de los teléfonos inteligentes
Incluso si nuestros teléfonos modernos son relativamente recientes, la telefonía móvil lleva alrededor de 2 décadas en el mercado masivo. Antes de ser inteligentes, los teléfonos tenían funciones básicas como llamadas, mensajes de texto y algunos juegos básicos como Snake. Estos teléfonos eran fabricados por compañías como Nokia, ZTE o Siemens, pero en ocasiones muchos de los componentes internos estaban fabricados por MediaTek.
La actual MediaTek fue fundada en 1997, pero no entraría al mercado de teléfonos sino hasta 2004. Al otro lado del mundo, Qualcomm también estaba desarrollando tecnologías móviles, pero no entró al mercado móvil sino hasta el año 2007.
Desde sus principios, MediaTek se enfocó en ofrecer teléfonos completos con hardware y software unificados de fábrica. En otras palabras, vendía diseños de teléfonos que contaban no solo con el hardware, sino también con el sistema operativo. Esto permitió que fabricantes como Huawei o ZTE comercializaran teléfonos MediaTek gracias a su bajo costo de desarrollo, pero bajo sus propias marcas.
Este mercado de teléfonos básicos duró gran parte de la década entre 2000 y 2010, pero el mercado estaba cambiando rápidamente, y los usuarios se estaban interesando más por los teléfonos inteligentes.
Chips y teléfonos modernos
Para comienzos de la década pasada, los teléfonos inteligentes se estaban estandarizando, con pantallas táctiles y con chips integrados que ofrecían muchas más posibilidades que los teléfonos básicos. Los fabricantes de chips para móviles tuvieron desarrollos muy rápidos.
En sus principios, Qualcomm estaba enfocado en las frecuencias a las que corren sus chips, mientras que MediaTek ofrecía la mayor cantidad de núcleos. Precisamente por esto es que MediaTek sacó al mercado su Helio X10, el primer procesador del mercado móvil en traer 8 núcleos, una configuración que hoy por hoy se ha convertido casi en un estándar de la industria.
Samsung hizo historia en el año 2011, cuando lanzó al mercado su primer Galaxy Phone. El teléfono se hizo famoso rápidamente por su tamaño, y es que 5,3 pulgadas en esa época significaron que se convirtiera en el teléfono más grande del mercado. Con el tiempo, hemos llegado a 6 pulgadas o más, y con resoluciones de alta definición, especialmente con chips como el Helio G90T o la serie Dimensity de MediaTek.
A lo largo de la última década, el mercado de los teléfonos ha crecido aceleradamente. Para 2021 se estima que existen 3.800 millones de teléfonos inteligentes, lo que constituye casi la mitad (48,3 %) de la población mundial. Cada uno de estos teléfonos necesita de un SoC, y por eso el mercado de los chips móviles también se ha disparado considerablemente.
Muchas personas buscan teléfonos que ofrezcan muy buen rendimiento y características, pero que no rompan el bolsillo. Esta demanda, en conjunto con el crecimiento constante de usuarios, significó que a finales de 2020 MediaTek se convirtiera en el fabricante de chips más grande a nivel global. Compañías como Xiaomi, Samsung, Realme y Oppo confían en MediaTek para entregar el rendimiento alto que esperan sus usuarios.
La conectividad es mucho más que teléfonos
Incluso si en un principio los chips para teléfonos no alcanzaban a ser tan potentes como los de los computadores, hoy en día la eficiencia en estos tipos de chips ha llevado a que empresas como Google tengan computadores portátiles como los Chromebook. Dado que sus chips son más eficientes, la batería es en muchos casos también más duradera.
De hecho, hoy en día muchas de las tecnologías móviles y desarrolladas por fabricantes como MediaTek están tocando muchas más industrias. Un ejemplo claro son los asistentes virtuales como Alexa, expandiéndose incluso a otros electrodomésticos como hornos de cocina o televisores de gama muy alta.
Aunque impulsados por el creciente mercado de teléfonos, la conectividad y los dispositivos inteligentes se han convertido en un tema muy cotidiano. Cada generación de chips nueva rebasa los límites de la anterior, llevando siempre la calidad más alta posible a todos los usuarios.
Imagen principal: Artiom Vallat en Unsplash