Aunque de los avances en tecnología de los que más se habla son aquellos que benefician a los consumidores finales, esta cultura tecnológica está basada a su vez en la infraestructura robusta que permite a las empresas ofrecer nuevos y mejores servicios. En ambientes laborales y empresariales más que en ningún otro lugar es en donde la tecnología adquiere un papel más relevante, pues ella permite optimizar los datos, sacar valor de ellos, garantizar agilidad en los servicios prestados, etc.
Todos sabemos –o al menos es un mensaje que nunca falta cuando se habla del tema– que la Transformación Digital requiere fundamentalmente un cambio en la cultura de las organizaciones. Más allá de cambiar los sistemas y las tecnologías que funcionan como el fundamento de una empresa, las compañías que adoptan la Transformación Digital con éxito son aquellas que también asumen un cambio en la actitud y en la forma en que sus empleados se comunican y trabajan.
Pero lo anterior no quiere decir que, como herramienta de apoyo, la tecnología sea menos importante o deba ser subestimada. En una entrevista con Impacto TIC, el jefe de Innovación de Hitachi, Vantara Bill Schmarzo, comentó que es probable que las empresas que no den el salto tecnológico dejen de existir. En un mercado tan cambiante, y en el que los usuarios esperan respuestas más y más rápidas, la Transformación Digital se vuelve fundamental.
Aunque ya fue una tendencia en 2019, la Transformación Digital será incluso más relevante en el 2020 y en la década que se viene por delante. Y con este panorama al frente, estos son los temas fundamentales para las empresas inteligentes del futuro.
Las ‘3 V’ de Big Data se vuelven 5
Cuando hablamos de Big Data, es muy común hablar sobre las ‘3 V’ que constituyen sus pilares fundamentales: Volumen, Velocidad y Variedad. Estas características principales son las que diferencian un grupo de datos complejos de datos aislados que no están enlazados en componentes más grandes.
Los datos recopilados por una empresa pueden no sólo ser adquiridos en tiempos muy cortos, sino que además pueden comprenden muchos valores distintos y también requieren un amplio espacio de almacenamiento. Esto es lo que hace que los simples datos se conviertan en Big Data.
En principio, la empresa del futuro debería poder estar en capacidad de recopilar todo tipo de datos y métricas de usuarios externos y también de procesos internos. A medida que estos datos se complementan con el paso del tiempo, su valor va a aumentar y su información también será más veraz.
Son precisamente esas dos las V que van a ser necesarias en la empresa inteligente: Valor y Veracidad. Los grandes conjuntos de datos complejos por sí sólos no pueden añadir valor a los procesos de la empresas. Es necesario saber para qué propósito en específico dentro de la empresa es que el conocimiento de Big Data puede ayudar.
Almacenar grandes conjuntos de Big Data puede significar un costo constante en los servidores, además de consumir recursos de procesamiento valiosos. Por esta razón es que estos mismos sets de datos también deben estar pensados para generar un valor agregado de la compañía. Las posibilidades pueden estar en el terreno de la optimización de procesos, manejo e interacción con clientes, o incluso ofrecer mejores servicios enfocados a clientes específicos.
Esta capacidad para añadir valor, sin embargo, también tiene que venir de la mano con sistemas para analizar y entender los datos.
Analítica
Un conjunto de datos solamente es tan bueno como la analítica que lo entiende. Con datos recopilados, y representando un set tan masivo, es importante entender que el proceso de análisis debe estar igual de automatizado que el proceso de la recolección de los mismos.
Poder generar puntos principales, detectar patrones y anomalías dentro de un set de datos, e incluso poder generar contenido dependiendo de este análisis son algunas de las ventajas de contar con métricas y analíticas. Para el 2019, según Forbes, el 59% de las empresas usaban analíticas de una forma u otra, un número que seguramente seguirá creciendo en el 2020.
De hecho, el potencial de la analítica ha sido tan bien acogido que ha entrado a otros mercados anteriormente poco relacionados. La industria de la música también ha aprendido a leer datos analíticos y a hacer mercadeo de productos basados en los datos. Universal Music Group, por ejemplo, tiene un aplicación disponible para celulares llamada Universal Music Artists. En ella, los artistas que han firmado con Universal pueden revisar las métricas de todas las plataformas en donde se encuentra su música, incluyendo Spotify, Apple Music e incluso YouTube.
El diario New York Times también ha implementado procesos automatizados en su analítica. Cuando una historia se está moviendo muy bien y los lectores tienen una respuesta positiva, los bots son capaces de adquirir esta información en tiempo real, organizarla y luego someterla a los rigurosos procesos de edición antes de ser enviada como una notificación a los dispositivos de sus lectores.
Sistemas híbridos en la nube para una empresa inteligente
Y aunque estos procesos tan avanzados ofrecen muchas ventajas, también requieren de un procesamiento adecuado, de espacio de almacenamiento considerable y de una infraestructura informática mucho más robusta que la de una empresa tradicional.
Es por este motivo que la empresa inteligente del futuro también tendrá que hacer migraciones importantes hacia procesos en la nube y en nubes híbridas. Una nube híbrida significa una instalación en donde la infraestructura está basada en ambas, la nube pública y la nube privada.
Por ejemplo, una empresa con varias sucursales puede almacenar datos sensibles y regionales en servidores locales, mientras que las grandes bases de datos están alojadas en la nube. De esta manera, todas las sucursales pueden tener acceso a una sola nube pública centralizada, mejorando así la estandarización de los datos.
Según el Analista Principal de Forrester Dave Bartoletti, el 74% de las empresas describen sus estrategias como nube híbrida o multinube. Ahora más que nunca es necesario que las empresas actualicen su infraestructura para permanecer competitivas.
Edge Computing
Y aunque todavía hablamos sobre la migración hacia la nube de las empresas, algunos de los proveedores más avanzados ya empiezan a dar el salto hacia el futuro de la nube. Denominada Edge Computing en inglés –o Computación en el Borde, en español– su función principal es la de llevar los procesos de computación más cerca a la interacción con sus usuarios.
En primer lugar, este sistema no reemplaza a la infraestructura en la nube híbrida, sino que simplemente complementa el servicio para poder tener un mejor rendimiento. Los sistemas basados en Edge Computing son en su mayoría aplicaciones que necesitan tener una respuesta rápida y de baja latencia. Sus usos son tan variados que incluso en educación “los colegios pueden ser capaces de incorporar sistemas de cámaras o sensores con los que pueden monitorear el avance académico de los niños, ello gracias al mayor ancho de banda que brinda una solución de Edge Computing”, señaló Luis Cuevas, director de Secure Power para Schneider Electric.
Con el advenimiento de las redes 5G y la posible reducción en latencia, los servicios de Edge Computing cobrarán más y más relevancia. Así las cosas, las exigencias para la empresa inteligente del futuro se vuelven más demandantes, y solamente serán competitivas las que puedan adaptarse a la era de la Transformación Digital.
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