Twitter decidió tomar medidas para impulsar la ‘conversación saludable’ en la plataforma, eliminó perfiles que estaban identificados y bloqueados, como cuentas inactivas, trols y bots, por lo que el número de seguidores se redujo en la mayoría de cuentas. Y esto dejó entrever qué tanta maquinaria hay detrás de los perfiles más poderosos.
La purga de Twitter, la desaparición definitiva de estas cuentas nocivas incluso en los conteos de ‘followers’, busca que las conversaciones sean más saludables en la plataforma y que genere más credibilidad de las cuentas. Twitter avisó sobre los cambios y que las cuentas normales podrían perder pocos seguidores, “pero otros (perfiles) con mayor número de seguidores quizá experimenten un descenso más significativo”. Lo esperado era que alrededor de 6% de las cuentas de Twitter dejaran de contarse, y por ello este es el porcentaje de seguidores que en promedio podría esperarse que perdieran los usuarios (aunque al revisar la gran mayoría de cuentas ‘normales’, el porcentaje difícilmente superó el 3%).
¿Qué es una cuenta bloqueada?
Cuando vemos cambios repentinos en comportamiento, bloqueamos las cuentas. Contactamos con los propietarios de las cuentas y, a menos que validen la cuenta y restablezcan sus contraseñas, las mantenemos bloqueadas sin posibilidad de iniciar sesión.
— Twitter Latin America (@TwitterLatAm) July 11, 2018
Vale la pena aclarar, porque grandes medios de comunicación lo han interpretado mal, que no se trata de una purga total, porque las cuentas eliminadas son solo las que ya estaban bloqueadas, que por alguna razón incumplían las normas, y Twitter ya las tenía identificadas. Aún hay muchas cuentas de bots y trols haciendo de las suyas. Así lo explicó Mauricio Jaramillo, codirector de Impacto TIC, a Caracol Radio.
Otro punto por tener en cuenta: así como lo importante en Twitter no es el número de seguidores que se tenga sino la relevancia, eso mismo aplica en este caso. Lo relevante no es el número de seguidores que se perdieron, sino el porcentaje, porque no es lo mismo analizar a una cuenta de 500 seguidores, a una de 5.000, 100.000 o millones de seguidores.
Según el análisis de Linterna Verde, medio liderado por Carlos Cortés, estas fueron algunas de las cuentas de Colombia más afectadas por la medida de Twitter.
- La cuenta del senador Álvaro Uribe Vélez perdió 459.091 seguidores, al pasar de 5’195.032 a 4’735.941
- El presidente saliente Juan Manuel Santos perdió 131.305, al pasar de 5’400.586 seguidores a 5’269.281.
Pues bien: @nicvel revisó en qué porcentaje se afectó el número de seguidores de algunas cuentas. Primer lugar: @AlvaroUribeVel, que perdió 8,8% de seguidores; @AndresPastrana_, 4%, @JuanManSantos, 2,4%, @charoguerra, 1,5%; @RevistaSemana y @CaracolRadio, cerca del 1%. pic.twitter.com/jIMOFREIp2
— Linterna Verde (@linterna) 12 de julio de 2018
Por otro lado, cuentas señaladas por un sector de la opinión pública de tener seguidores falsos, como la de Gustavo Petro, pasaron sin mayores complicaciones esta purga. Él perdió tan solo 0,51% de sus seguidores (de 3’253.133 a 3’236.486).
Otro caso similar es el del presidente de Estados Unidos: Donald Trump solo perdió 329.000 seguidores (menos de 0,6%), mientras que el expresidente Barack Obama perdió 2,3 millones (una cifra grande, pero que equivale a solo 2,2%).
Y, paradójicamente, la misma cuenta de oficial de Twitter (@Twitter) fue una de las que más perdieron: 7,7 millones, 12,4%
En nuestro caso, la cuenta de ImpactoTIC en Twitter perdió 327 seguidores, 2,6%.
Estos números reflejan, pues, que no solo los compradores de seguidores falsos o ‘cuentas fantasma’ tenían números inflados de seguidores. Una pérdida de 6% de seguidores de una cuenta puede ser una señal de que esta había comprado seguidores, no se puede juzgar como algo concluyente. Aunque sí es la primera sospecha que puede generar.
Comprar seguidores no paga
Más allá de los políticos, esta medida de Twitter impacta campos como la música y la farándula, el deporte y el mundo del marketing digital, porque aunque se sabía, deja en evidencia la práctica de comprar seguidores por parte de artistas y deportistas famosos y de ‘gurús’ digitales.
Si bien no se puede apuntar con el dedo que cierta cuenta compre seguidores, si hay una pérdida de más del 6% esto representa una anomalía de la que se vale desconfiar.
Es también una llamada de alerta para quienes buscan en el marketing de influencia una opción para promover mensajes o vender algún servicio o producto. Aún hay quienes se basan únicamente en el número de seguidores a la hora de elegir un ‘influenciador’ y no su potencial influencia. Como vemos, comprar seguidores es fácil, generar eco o influir en otros, no tanto.
La purga de Twitter es un buen inicio, pero aún falta mucho más por hacer para que Twitter cumpla su misión como plataforma de conversación. Aunque ha tomado otras medidas, se sigue quedando corta frente a acciones de violencia, discriminación, amenazas, pornografía y otros contenidos y acciones nocivos.
Ganadores:
- Los usuarios de Twitter en general, al saber con más precisión el número real de seguidores de los demás (aunque este número puede seguir estando distorsionado por los compradores compulsivos de bots o ‘cuentas fantasma’).
- Las agencias de comunicación y marketing que contratan influenciadores, pues pueden sacar de su portafolio a los que tenían grandes números falseados de seguidores (no porque las cifras de seguidores lo digan todo, sino porque un comprador de ‘followers’ puede que no tenga una ética acorde con lo que muchas marcas quieren representar).
- Los usuarios de Twitter de los que se decía que tenían ‘bodegas de bots’, tales como @petrogustavo o @RealDonaldTrump.
Perdedores:
- Todos los usuarios de Twitter perdieron seguidores, pero los compradores de ‘followers’ perdieron 6% o más (algunos grandes influenciadores de Latinoamérica alcanzaron a perder más del 60% de su base de seguidores). Ya sea que lo hicieran por búsqueda de fama o popularidad, o para hacer más negocios (si son trabajadores del mundo digital), o para ganar credibilidad como ‘gurús’ o expertos, muchos han quedado en evidencia. Cabe aclarar que no todos, pues Twitter no tiene bloqueadas todas las ‘cuentas fantasma’ y el floreciente negocio de la compra y venta de ‘followers’ sigue vivo).