Este 3 de abril, Spotify cerró su primer día en la bolsa. Lo hizo de una ‘forma particular’ (sin la ayuda de la tradicional banca de inversión) y alcanzó en su debut en bolsa una valoración de US$ 26.540 millones (la tercera más alta en la historia detrás de Alibaba y Facebook, e incluso superior a la de Google). Esta es la noticia que ha acaparado los titulares en las últimas 24 horas. Pero hay un contraste.
De acuerdo con The Next Web, las startups latinoamericanas no tienen el mismo valor que las nuevas empresas de Silicon Valley y esto está resultando frustrante para emprendedores que buscan inversión.
¿Por qué sucede esto?“Como capitalistas de riesgo en América Latina, no podemos basar nuestra tesis de inversión en la esperanza de una salida a la vez por década, o que nuestra inversión es la última ronda de una startup, por lo que evitamos diluciones futuras. Tenemos que basarlo en lo que realmente está sucediendo en el terreno”.
Según el medio, la baja valoración se debe a seis factores:
Las grandes empresas latinoamericanas hacen muy pocas inversiones.
En gran medida se debe a factores culturales, como el no preocuparse tanto por la competencia sino por mantener una posición. En muchos casos las empresas son familiares, por lo que quieren mantenerla así y no se preocupan tanto por crecer o seguir siendo competitivos mediante nuevas adquisiciones.
Cuando hay adquisiciones en Latinoamérica, son por valorizaciones más bajas.
“Muchos de los grandes sectores comerciales de América Latina todavía están controlados por familias poderosas(…) estas familias quieren tener efectivo en sus bolsillos. Las empresas familiares tienden a centrarse en los flujos de efectivo y los dividendos, en lugar de seguir construyendo sus negocios a largo plazo”.
Cuando estas empresas hacen alguna adquisición buscan gastar la menor cantidad posible, lo que resulta en menos fusiones y adquisiciones, y por lo tanto, valoraciones más bajas para las empresas de América Latina.
Las startups extranjeras rara vez hacen adquisiciones latinoamericanas.
Con un simple ejemplo el medio explicó el caso: “Cuando Uber ingresó al mercado latinoamericano, no adquirió al principal competidor Easy Taxi; en cambio, Uber utilizó sus miles de millones para competir con Easy Taxi y otros, para dominar el mercado. Lo cual es un patrón típico”.
Cuando hay adquisiciones de startups latinoamericanas, son por mucho menos que en inversiones similares en otras partes del mundo.
Las empresas latinoamericanas se valoran por mucho menos que las empresas en otras partes del mundo. Un ejemplo fue el caso de 99 en Brasil, que fue adquirida por $ 1,000 millones y se trataba del segundo jugador más grande en un país de 220 millones de personas. Si 99 tuviera números similares en los EE. UU., Asia o Europa, probablemente se habría valorado mucho más.
La mayoría de las startups latinoamericanas no tienen IPO.
Ha habido tres IPO (Oferta Pública Inicial), significativas en Latinoamérica: Despegar, MercadoLibre y Globant. Hay algunos más en Brasil, pero esto no es nada en comparación con la gran cantidad de ofertas públicas iniciales en el mercado estadounidense.
Los empleados de ‘Acqui-hires’ aún son raros y poco comunes.
‘Acqui-hire’ es un termino que se refiere a la compra o alquiler de adquisiciones, aunque suene extraño. Es la adquisición de una startup para contratar a su talento humano (fundadores y equipo de trabajo) y no necesariamente por el producto de la status en sí.
Para The next web, en América Latina, las grandes empresas aún no están adquiriendo equipos de inicio para atraer talento a sus organizaciones, lo que significa que si una startup falla, realmente fracasa.
¿Y qué significa todo esto? Se trata de negocio, en los cuales los inversionistas analiza todas las alternativas buscando el potencial de ganar al menos 10 veces o 20 veces su inversión si todo va bien.
Por un lado, las startups de América Latina pueden ser más competitivas y los inversionistas “deberían considerar la posibilidad de adquirir empresas latinoamericanas, tanto para sus unidades de negocio como para sus contrataciones, porque están enormemente infravaloradas”.