La tecnología, la innovación y la ciencia están aportando su ‘granito de arroz’ para el desarrollo del agro en Colombia. La transformación del agro colombiano se refleja en diferentes escenarios.
Y si bien muchas implementaciones todavía están en sus fases iniciales, a partir de iniciativas privadas o estatales, hay avances que vale la pena conocer e impulsar.
En Impacto TIC repasamos algunos de los desarrollos destacados, que están marcando hitos y transformando la cadena productiva en distintas áreas del campo colombiano.
Compro Agro
Es uno de los emprendimientos más reconocidos, por varios factores: fue desarrollado por jóvenes del campo; resuelve uno de los problemas más grandes de los productores: los intermediarios; ha sido destacado por el Ministerio TIC y tuvo una exitosa participación en ‘Shark Tank Colombia’.
El emprendimiento se inició en 2014, luego de pasar una crisis económica por los bajos precios de los productos, una situación muy conocida por los agricultores colombianos. Comproagro.com nació para eliminar a los intermediarios de la cadena, y que así los agricultores entren en contacto directamente con los compradores.
Se trata de una plataforma de comercio electrónico en la que se les permite a los agricultores registrar sus productos de manera gratuita. Por otro lado, el impacto social de este emprendimiento es grande, ya que trabaja con madres cabeza de hogar y ha hecho entender a los campesinos que la tecnología es para todos.
Ciencia para cultivos de arroz
Uno de los desafíos a los que se enfrentan los arroceros en Colombia es el control de enfermedades; entre las más comunes se encuentran la Rhizoctonia sp y el manchado del grano. Aquí la ciencia está jugando un papel destacado.
BASF desarrolló una nueva molécula para controlar precisamente esas enfermedades, que ya está siendo implementada por los arroceros de Tolima, Huila y los Llanos Orientales.
El fungicida está elaborado a partir del ingrediente activo Revysol, una molécula de mayor flexibilidad que le permite adaptarse y cambiar de forma para lograr un control más efectivo de las enfermedades y desempeñar un papel crucial para el manejo de la resistencia. El control, afirma la compañía, ya ha sido probado y se garantiza que hay una protección preventiva y, en caso de que el grano ya presente la enfermedad, también es curativo.
Óscar Gutiérrez, consultor de cultivo de arroz de BASF en Colombia, explicó que el fungicida se aplica entre 30 y 40 días después de germinado el arroz. La recomendación es que antes de usarlo, los arroceros consulten con un ingeniero agrónomo para conocer la dosis y la mejor época de la aplicación, de acuerdo con la variedad de arroz que esté plantando.
En Colombia, el de arroz es uno de los cultivos de mayor relevancia para la agricultura. Según cifras del último Consejo Nacional de Arroz, realizado en el país a principio de 2019, el sector produjo 2,3 millones de toneladas, ocupando 480.000 hectáreas del territorio. Así como sucede con el café, o cualquier otro producto, evitar las enfermedades es una prioridad.
Inteligencia Artificial para el campo
No hay industria en la que la Inteligencia Artificial no esté participando. Actualmente, los agricultores tienen la posibilidad de conocer con mayor precisión el estado de sus cultivos y recomendaciones de fertilización para sus tierras, mediante el análisis de datos. Esto está siendo posible gracias a una alianza entre la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia) y el Ministerio TIC.
En este proyecto, los agricultores recogen muestras de suelo de sus cultivos, las cuales envían a Agrosavia, que realiza el registro y análisis de las mismas en su laboratorio. Allí, usando Inteligencia Artificial (Watson), generan recomendaciones de fertilización que los agricultores pueden revisar a través de un portal web exclusivo para ello. Por ejemplo, les da información sobre si el fertilizante que pensaban aplicar es el ideal o no, dependiendo del cultivo
El proyecto ha tenido una inversión de 950 millones de pesos, se estima que más de 3.000 productores ya están involucrados y en 4 años se han hecho más de 10.000 recomendaciones. Los estudios de las muestras tardan entre 12 y 15 días y la herramienta puede hacer predicciones sobre cerca de 200 tipos de cultivos.
Se trata de uno de los proyectos pioneros en el agro colombiano a través de Agrosavia, entidad de ciencia, tecnología e innovación, que contribuye al cambio técnico para mejorar la productividad y competitividad de la agricultura. Sin embargo, este es solo uno de los frentes en los que trabaja, pues también hace procesos de investigación, transferencia de conocimiento y vinculación tecnológica a pequeños productores.
Sumotech
Es un programa que busca acercar al pequeño productor a mercados nacionales e internacionales, mejorando la calidad de vida en el campo a través del aumento de productividad y la transformación de cosechas con valores agregados como la limpieza, el empaque y los cortes –entre otros procesos– que repercutirán en la mejora de los ingresos y de la calidad de vida de los agricultores.
Por ejemplo, dentro de las intervenciones que se plantean está la implementación de buenas prácticas agrícolas, la capacitación al agricultor y su familia a través de la metodología ‘aprender haciendo’, y la implementación de nuevas tecnologías de precisión y medición de decisiones en campo.
El programa Sumotech beneficiará a 400 familias de agricultores (impactando a unas 1.500 personas) pertenecientes a la comunidad de Asobosque, en Pasca, (Cundinamarca). Este municipio será pionero al implementar a su cadena de producción este proyecto diseñado y financiado por la multinacional alemana BASF.
“Contamos con tierras productivas, gente trabajadora y un buen sistema de riego. Sin embargo, la gestión comercial es aún un reto. Sumotech es una herramienta nueva para nosotros, que nos va a hacer grandes y a llevar a un siguiente nivel”, afirma Gabriel Romero, representante legal del distrito de Riego de Asobosque.
Una de las herramientas que tendrán disponible es Inspirafarms, un módulo que consta de un cuarto frío independiente con espacios de procesamiento, cámara de refrigeración, espacio para almacenamiento y toda la tecnología para un proceso de poscosecha con altos estándares de inocuidad, como selección, limpieza, corte y empaque. Esta herramienta ya es utilizada por grandes empresas de alimentos del mundo; con ella, los agricultores transforman la producción de sus cultivos a través del acceso a mercados de mayor valor.
Precisamente, uno de los aspectos que más afectan la economía de los pequeños y medianos agricultores en el país es la ausencia de tecnología en el campo. Esta falta de espacios adecuados para tratar las cosechas genera pérdidas a nivel de ingresos y de producto. Dicha situación obliga al productor a vender con prontitud sus cultivos a través de intermediarios, lo que ocasiona ganancias mínimas en la cosecha.
“La aplicación innovadora de modelos de cultivo y procesamiento permite que el agricultor no se estanque en la producción primaria de campo. El objetivo es que surja y crezca en el mercado de retail. Que no pierda su cosecha ni su dinero”, explica Fernando Cojulum, representante de Inspirafarms para América Latina.
BunnTrack, Tradition + Technology
Aunque todavía está en desarrollo, incluimos este caso en nuestra lista por su apuesta, ya que usa Internet de las Cosas e Inteligencia Artificial. Se trata de un proyecto de Popayán que busca trazabilizar y visibilizar el proceso de producción del café, permitiendo acercar al consumidor final con el caficultor. Paula Andrea Bolaños Arias y Diego Fernando Londoño son los emprendedores detrás de este desarrollo.
La plataforma tiene dos componentes: el de trazabilidad, con el que se busca mejorar la calidad del grano por medio del monitoreo detallado y cuantificado de los procesos de cosecha, y el componente de visualización, que muestra al caficultor, la finca, el trabajo y el entorno a través de datos y multimedia, ofreciendo así una experiencia que conecte al consumidor final con el origen del grano.
Este fue uno de los proyectos que participaron en la #RutaProyectosTIC del Ministerio TIC, que recorrió 8 ciudades de Colombia buscando los emprendimientos de mayor impacto.
Hacer pedagogía sobre la capacidad de transformación del agro colombiano por medio de la tecnología, la innovación y la ciencia es una tarea necesaria. Involucra al campesino, los comerciantes, los grandes productores y todos los actores que participan en este sector.
Es necesario entender que estas tecnologías permiten una democratización del conocimiento y demostrar que las oportunidades son para todos. Sin embargo, los retos también están presentes. Uno de los más importantes es la gestión de la información, porque aquí se están recopilando datos en grandes cantidades, e irán en aumento.
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Foto: creada por freepik (Freepik)
