La fintech colombiana RapiCredit ha impactado la vida de más de 450.000 colombianos no bancarizados. Con su modelo de préstamos en línea ha otorgado más de 2 millones de créditos a personas que acudían al ‘gota a gota’ para resolver sus necesidades económicas de urgencia.
En un contexto como el colombiano, en el que el préstamo de dinero para personas en estratos 1, 2 y 3 lo asumieron organizaciones ilegales con intereses superiores a las tasas de usura e incluso con riesgos para la integridad de los ‘clientes’, en 2014 nació una plataforma como RapiCredit con el fin de que colombianos no bancarizados pudieran acceder a créditos de forma rápida y segura.
“Además de aportar a la inclusión financiera del país, contribuimos con el desarrollo de pequeñas empresas y con el acceso a servicios de financiamiento de los estratos más olvidados por sistemas de crédito tradicionales, con créditos que ayudan a que la dinámica de este producto financiero, el crédito, se haga con recursos que provienen de la economía formal”, asegura Daniel Materón, CEO de RapiCredit, en entrevista con Impacto TIC.
En su primer año de funcionamiento otorgó 1.800 créditos, pero ha sido tal su éxito que actualmente al mes está activando 75.000 créditos. El año pasado cerró con más de 750.000 créditos, sumando más de 2 millones de créditos desde el 2014.
“Esto tiene sentido porque hay un montón de colombianos que no tienen acceso al crédito, que acudían al crédito informal o al ‘gota a gota’ para suplir sus necesidades. Hoy existe una compañía en Colombia que les ofrece una solución legal, una solución que los saca del anonimato del mundo financiero, les da un historial crediticio y les permite en el futuro acceder a otros productos”, afirma Daniel Materón.
Cabe señalar que Rapicredit es una de las muchas plataformas de préstamos en línea de libre destinación existentes en Colombia. Otras ‘fintechs’ en este campo son Lineru y Presta en Línea. Las 3 plataformas son miembros de Colombia Fintech, lo que genera más confianza y seguridad en el mercado.
¿Cómo funciona RapiCredit?
Con la idea de democratizar el acceso al crédito, RapiCredit fue diseñado como un sitio web a la que pueden acceder los usuarios desde cualquier región.
Al ingresar hay un simulador de crédito que tarda 5 minutos en ser diligenciado, en el que se pide información socioeconómica, financiera y datos generales de la persona que solicita el crédito.
Si es aprobado por primera vez, en 24 horas el usuario recibe el dinero en su cuenta, y si ya es cliente de RapiCredit, en solo 2 horas. No hay restricción geográfica, solo se debe contar con acceso a Internet.
El cupo máximo para un cliente nuevo es de 110.000 pesos y de hasta $1.000.000 para un cliente frecuente.
“Atendemos necesidades de urgencia. Nuestros créditos arrancan desde los $110.000 hasta un millón, pero normalmente la gente se queda con el crédito que está en los $300.000. Ese crédito se debe pagar en los siguientes 30 días. Si (el cliente) tiene dificultades para pagar, la compañía cuenta con alternativas para ayudarlo en ese pago”, explica Daniel Materón.
Por ejemplo, una solución que brinda es pagar solo los intereses y el capital, un mes después.
“Una política de RapiCredit es que, como el crédito debe ser fácil de sacar, también debe ser fácil de pagar”.
Daniel Materón
La tasa de interés que maneja RapiCredit actualmente es del 35 %, similar o inferior al de la banca tradicional. Para las regiones del país en el que el acceso a Internet es de baja calidad, RapiCredit está creando un canal de comunicación desde WhatsApp para que el proceso de crédito sea más rápido.
Algo importante que un potencial cliente de RapiCredit o de cualquier plataforma de préstamos en línea debe tener en cuenta es que además de los intereses, hay unos costos adicionales correspondientes a avales o garantías e instrumentación digital del crédito, entre otros conceptos, por lo que, por ejemplo, un préstamo de $1.000.000 en un mes costará alrededor de $250.000, y en 5 meses, $500.000. Si bien estos costos son mayores que los de los créditos de la banca tradicional, la comparación debe hacerse con los ‘gota a gota’, que pueden llegar a 30 % mensual y con los riesgos de seguridad mencionados.
RapiCredit: un camino para llegar a la banca tradicional
Más del 36 % de los clientes de RapiCredit, después de pagar su crédito de manera adecuada, son elegibles para productos de la banca tradicional. Esta plataforma ha permitido que miles de colombianos en todo el país, aunque en mayor cantidad en departamentos como Cundinamarca, Antioquia, Valle y el Eje Cafetero, puedan acceder al sistema financiero de manera más sencilla. Con un crédito, las personas está creando un historial crediticio que les permite después acceder a un crédito bancario más grande.
“Cuando un cliente de RapiCredit ha venido pagando juiciosamente su crédito, desarrolla una disciplina de pago que cuando llega a la banca y le dan una tarjeta de crédito, esa disciplina la mantiene”, afirma Daniel Materón.
El 46 % de las personas a las que se le otorgan créditos son mujeres y un 54 %, hombres, principalmente entre 22 a 58 años de edad.
Los motivos más recurrentes para la solicitud de préstamos tienen que ver con pago de deudas adquiridas con el ‘gota a gota’ o pagadiario, urgencias médicas, compra de medicamentos, arreglos de motos y otros vehículos de transporte, y pago de servicios públicos.
Su impacto ha sido tal en el grupo de la población que atiende, que según cálculos internos, esta compañía ha puesto en circulación dentro de la economía formal más de 700.000 millones de pesos, que ahora contribuyen a la generación de empleo y pago de impuestos.
Los planes a futuro para RapiCredit incluyen la consolidación de los créditos rápidos, no solo a través de su sitio web sino también por medio de la ‘app’, que está disponible en Android.
Sumado a esto se encuentra la expansión a otros países de la región, como Perú, Ecuador y Panamá, y el cierre de alianzas estratégicas para operar como botón de crédito en billeteras, pasarelas de pagos en comercios electrónicos, y así poder seguir acercando el crédito a la vida de los colombianos.
Foto: Mikhail Nilov en Pexels.