La baja productividad de los trabajadores latinoamericanos es uno de los factores por los que el crecimiento de la región es menor que el de otras zonas y países del mundo. Y aunque crece, lo hace a un ritmo con el que cada vez se va quedando más atrás frente a las economías más avanzadas del planeta, que lo hacen de forma (mucho) más acelerada.
Con cifras que sustentan esta afirmación, Rodrigo Parreira, CEO de Logicalis para América Latina, explicó algunas de las causas de esta falta de productividad, durante su charla de apertura en el TIC Forum 2019, un evento sobre el papel transformador de la tecnología, realizado el pasado jueves 15 de agosto en Bogotá.
En el listado de causas de la baja productividad del trabajador en América Latina aparece una que no era el foco de la charla de Parreira, por lo que no profundizó en ella, pero que no por eso es menos importante que todas las demás: la falta de educación.
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De hecho, el ejecutivo de Logicalis tiene claro que la educación es un tema muy serio, al que los gestores públicos y quienes la manejan en los países de la región deben poner mucha más atención. Por eso, ya fuera del contexto de su charla, Parreira –que es conocedor y ha escrito artículos sobre el tema– habló con Impacto TIC sobre la educación y su influencia en el crecimiento de América Latina.
¿Cuál es la importancia de la educación en el desarrollo de la región?
La educación es uno de los temas más complejos que nosotros vivimos en Latinoamérica hoy en día. Nosotros como empresa de tecnología necesitamos gente y recursos, y estamos muy conscientes de que tenemos que capacitar a las personas e invertimos una parte de nuestros ingresos en hacerlo. El problema es que empiezan a faltar personas que sean ‘capacitables’, y algunos países son particularmente complejos.
La demanda por recursos que son tecnológicamente alfabetizados en Latinoamérica va a crecer mucho, ya está creciendo, y la verdad es que el sistema educativo de Latinoamérica no está dando abasto. No estoy entrando en detalles del sistema público o privado; la formación de personas es muy deficitaria en América Latina y ese es un tema muy serio.
¿Cómo se puede lograr una mejor educación desde las bases?
Las empresas de tecnología están muy acostumbradas a capacitar a sus profesionales, incluso porque no existe el profesional que esté preparado, porque la tecnología cambia mucho con el tiempo. Entonces, un profesional que ingresó hace 10 años, si no tuvo una capacitación en este periodo, está obsoleto. Por eso las empresas están muy acostumbradas a este proceso.
Lo que yo creo es que gobiernos y empresas deberían empezar a discutir de manera más estructurada lo que va a ser la demanda por capital humano a futuro en los países de la región. Yo veo que hoy los políticos hablan muy poco de esto; los gestores públicos hablan muy poco de este tema.
Este es un tema que nos va a costar mucho en el futuro y es complejo, porque es un tema en el que tú actúas hoy para tener el resultado en 10 o 15 años, o sea que es difícil medirlo.
Pero esto de la formación del capital humano es un cuello de botella importante hoy en Latinoamérica. Las empresas están dispuestas a invertir y de hecho en nuestro rubro lo hacen. Pero yo creo que es necesaria una articulación social mayor y una mayor consciencia de la importancia de la educación en este momento histórico y económico en el que estamos.
Usted menciona que la educación es un problema generalizado en América Latina. Pero, ¿hay algún país en la región cuyos modelos educativos se destaquen sobre los demás?
Argentina es un país que aún tiene muy buenos recursos; Chile es un país que también tiene muy buena capacidad de formación de gente, aunque es muy pequeño, entonces la disponibilidad de recursos es pequeña; Brasil tiene recursos.
Pero la verdad es que cuanto más al norte vamos, la cosa se vuelve más difícil, porque también empieza la competencia de Estados Unidos. Muchos recursos en países como Colombia, Perú, México –recursos buenos– son atraídos por oportunidades en Estados Unidos, y para esta gente [el presidente Donald] Trump no tiene ningún problema. Esto es un poco la problemática.
Lo que deberíamos pensar es, primero, cómo hacer un trabajo articulado en la sociedad para la mejoría a largo plazo de la calidad de la educación y, al mismo tiempo, cómo generar ambientes económicos y productivos que sean atrayentes para estos profesionales jóvenes, emprendedores, que están empezando sus carreras.
Va de los dos lados: la formación y la retención del recurso humano localmente, para que las economías locales puedan disfrutar de los beneficios de estar capacitados.
¿La falta de educación se nota en el desarrollo tecnológico de los países?
Exactamente. Todo esto va a pasar muy fuertemente por la gente, gente que sea capaz de entender la tecnología, manejarla, codificar, crear, navegar por este mundo. Que es un lenguaje ya distinto al lenguaje con el que yo fui formado como profesional. Ya es otro mundo, y tener la gente que sea capaz de navegar en él es crítico para estos países.
[su_box title=”Hablando de todo un poco…” style=”default” box_color=”#D5F5E3″ title_color=”#000000″ radius=”3″ class=””]
En su charla durante el TIC Forum 2019, Rodrigo Parreira insitió en el hecho de que la tecnología es un medio para obtener resultados y no un resultado en sí mismo. Al respecto le preguntamos si las empresas –sus clientes– son conscientes de ello. Esto respondió:
Sí: cada vez las empresas tienen menos interés en la tecnología y más interés en el resultado que la tecnología trae. Por esto también uno de los temas de los que hablé en mi charla es la importancia de los servicios. Al cliente no le interesa más comprar un computador de la marca A o B, o saber sobre su sistema de storage… estas cosas le interesan poco. Le interesan el resultado y el uso de la tecnología.
O sea, todo lo que antes era inversión en infraestructura muy rápidamente se está transformando en servicios. El cliente quiere usar el servicio. Todo esto que hablamos de la nube –la nube es el ejemplo clásico–, qué tecnología está por detrás… yo no sé y tampoco me interesa; yo quiero utilizar la tecnología a partir de un conjunto de indicadores de performance, de calidad, de seguridad que tú me garantizas que cumples. Esto es una transformación del mercado.
Si tú miras a Logicalis hace 10 años, nosotros éramos una empresa que recibía un 85% de nuestros ingresos de la venta de productos; hoy esa cifra es menos de un 60%; más de la mitad de la rentabilidad de la compañía ya viene de los servicios que brindamos a nuestros clientes: servicios profesionales, de soporte y mantenimiento, de operación, de outsourcing…
Entonces el mercado cambia para esto, el cliente quiere el servicio por el resultado, por lo que la tecnología le aporta, no está preocupado tanto por los componentes tecnológicos que están generando este resultado.
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Imagen principal: Geralt (Pixabay).