En la era de la conectividad, el dinero no puede quedarse atrás – Colombia 4.0

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Publicado el 12 May 2022

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Hoy en día, y especialmente después del periodo de pandemia, parece que podemos hacer prácticamente cualquier cosa desde nuestros teléfonos o computadores. Desde comprar ropa, tenis, pagar impuestos y ver todo tipo de contenidos, las facilidades de las tecnologías han puesto el mundo casi en la punta de nuestros dedos y a un clic de distancia.

Sin embargo, Alejandro Beltrán, country manager en Colombia de Buda.com, un mercado de criptomonedas, se pregunta por qué no podemos hacer lo mismo con el dinero. El ejecutivo explicó durante su conferencia en el evento Colombia 4.0, que si bien servicios como Nequi se han popularizado, todavía falta algo de trabajo por hacer, y la clave puede estar en tecnologías como el bitcoin.

Como la mensajería instantánea

Desde sus inicios, uno de los estandartes de Internet ha sido poder conectar personas y servicios. El uso del correo electrónico, por ejemplo, cambió la forma de comunicación entre las personas. Esto, con el tiempo, también ha evolucionado a sistemas de mensajería instantánea, que hoy en día se caracterizan por ser altamente seguros e integrar sistemas de encriptación para proteger los datos y la privacidad de los usuarios.

Según Beltrán, una realidad a lo largo de toda la historia de Internet es que los humanos siempre buscarán conectarse a través de Internet. Sin embargo, pese a esta búsqueda, una realidad un poco difícil de mascar es que hoy por hoy no existe una forma segura, rápida y conveniente de conectarse en temas financieros.

“Tenemos a todo este mundo que ya ha evolucionado hacia una civilización más moderna, pero hoy en día el sistema no nos permite contar con dinero de Internet que se pueda transmitir más fácil, como un correo electrónico”.

Alejandro Beltrán, country manager en Colombia de Buda.com
Alejandro Beltrán.

Si bien existen sistemas como Nequi y Daviplata, lo cierto es que este tipo de aplicaciones solamente funcionan dentro de un solo país. La seguridad y la soberanía de cada país, dice Beltrán, han afectado el sistema monetario y no permiten que se cree un sistema verdaderamente global para la transmisión de monedas a través de Internet.

De cierta forma, la concentración de poder en entes como los bancos nacionales ha significado un freno importante en materia de innovación en el que sistemas como el Swift siguen siendo la máxima autoridad.

La propuesta de Satoshi

En el 2008, Satoshi Nakamoto –un alias que hasta ahora no ha podido ser identificado–, publicó un documento en el que explicaba un sistema monetario de intercambio descentralizado y potenciado principalmente por los mismos usuarios de la plataforma. La descentralización de la plataforma permitió, entre muchas otras cosas, que la transferencia de valor se puede hacer sin depender de sistemas o entidades externas.

Según Beltrán, Satoshi impuso 3 pilares que funcionan todavía como los cimientos en los que bitcoin está basado. En primer lugar, esta tecnología responde a un patrón de intercambio social, es decir, que es un sistema que funciona como un intercambio de valores entre diferentes elementos. Esta parte no es única al bitcoin, sino que está presente en todas las monedas del mundo.

En segundo lugar, sin embargo, encontramos que bitcoin debe ser necesariamente divisible y fraccionable. Esto es compartido con otras monedas, pero la ventaja de bitcoin está en la capacidad que tiene hasta reducirse a su mínima expresión y llegar a valores diminutos. En bitcoin, la unidad más pequeña es 1 satoshi, nombrada justamente en honor a Nakamoto y que al momento de escribir esto equivale a unos 1.200 pesos colombianos.

Por último, bitcoin cumple con el principio de ser un depósito de valor. Beltrán explica que, al igual que en el pasado, los bancos nacionales solían tener el dinero como una representación del oro y el bitcoin también busca tener esta capacidad de valor. Sin embargo, al ser bitcoin simplemente una expresión de bits, este tiene más flexibilidad. “A diferencia del oro, el bitcoin tiene una divisibilidad mucho más fácil”, explica.

Siempre la privacidad

Aunque no mencionado por Satoshi, Beltrán resalta que uno de los problemas más grandes de solucionar es el de la privacidad y la identidad en línea. En un mundo digital, prácticamente cualquier cosa puede ser replicada simplemente con ‘copiar y pegar’, dice. Esta preocupación, evidentemente, es incluso más grande cuando hablamos de transacciones en línea, en en las que hay dinero de por medio.

Imagen: Sebastián Romero/Impacto TIC

“El correo electrónico es parte de nuestra vida, es todo de lo que nosotros construimos”, comenta. Este problema de la privacidad tiene varias aristas, sin embargo, es clave poder encontrar un balance entre seguridad y privacidad. En el caso de bitcoin, todas las transacciones son públicas, pero se esconden detalles importantes que impiden –por lo menos en principio– el seguimiento de terceros de estas transacciones.

La aplicación de blockchain ha sido sin duda una de las revoluciones más grandes que nacieron con bitcoin, ya que garantiza no solamente la descentralización de la información, sino también la seguridad y la privacidad de quienes participan. Beltrán explica que la seguridad de blockchain está basada en mayor medida en crear un hash criptográfico que protege la identidad y previene el fraude.

No todo es color de rosa

Incluso con estas medidas que bitcoin implementa, hoy en día existe una realidad que en gran medida funciona como un obstáculo para una adopción masiva: la velocidad. En su conferencia, Beltrán recalca que, por ejemplo, para con una tarjeta de crédito es un proceso que toma segundos y que es aceptada internacionalmente.

Bitcoin, sin embargo, debido a su seguridad, en ocasiones puede tomar minutos u horas para que el sistema verifique una transacción como válida. En el día a día, en el que cada minuto cuenta, sería muy engorroso tener que esperar a este tipo de validaciones antes de poder recibir los productos que deseamos comprar. “En 2018 teníamos la posibilidad de comprar un café y tal vez una chaqueta, pero no teníamos la facilidad de comercio”, explica.

Como comparativo, Visa procesa alrededor de 24.000 transacciones por segundo, mientras que bitcoin procesa apenas 7. Para poder llegar a una adopción realmente masiva, es importante desarrollar sistemas que permitan tener más procesamiento sin sacrificar ninguna de las bondades que entrega blockchain.

Sistemas como Lightning, un nuevo sistema de reserva que permite hacer pagos mucho más rápidamente, entregan la funcionalidad y la universalidad de las tarjetas de crédito pero sin necesitar pasar antes por sistemas financieros descentralizados. Más allá de ser un sistema de pago, Beltrán entiende bitcoin como una herramienta para incluir a más personas el sistema financiero tecnológico y que puedan, tal vez por primera vez, disfrutar de las ventajas digitales en su vida diaria.


Imagen principal: Aleksi Räisä (Unsplash)

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Sebastián Romero Torres

Filósofo de formación y geek empedernido. Amante de los videojuegos, la tecnología, la música y el espacio.

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