El pasado 6 de diciembre de 2022 el Banco de la República presentó una nueva propuesta de arquitectura de sistema de pago y transferencias bancarias para aplicarse en Colombia.
En su momento el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, aseguró que el nuevo sistema de pago y transferencias bancarias busca garantizar el acceso amplio para todos los jugadores y la interoperabilidad plena entre las diferentes tecnologías y sistemas.
Además, se busca una operación 24 horas al día y los 7 días de la semana de forma segura, así como asegurar una capacidad que se incorpore la innovación y competencia en la prestación de servicios de pago.
En palabras sencillas se trata de un sistema interoperable, que permitirá hacer pagos y transferencias bancarias en cualquier momento entre cualquier cuenta o producto financiero de cualquier entidad financiera y con disponibilidad inmediata de fondos.
Según se ha informado, el segundo semestre de 2023 se elegirá el proveedor del nuevo sistema de pagos y transferencias bancarias en Colombia, y se empezaría a definir como será su implementación.
Ante esta perspectiva, diversos sectores como la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE) han expresado su apoyo a la implementación del nuevo sistema, destacando los beneficios para el entorno económico del país.
La CCCE destaca que más de 60 países han adoptado su propia infraestructura de transferencias en tiempo real, a través de sistemas de pagos instantáneos (IPS) como un dinamizador de la economía nacional y regional.
Según la CCCE, Los medios de pago utilizados en Colombia han evolucionado en las últimas décadas, pero aún es necesario avanzar en un sistema mucho más inclusivo y con beneficios tan cercanos a los del efectivo.
“Los medios de pago tienen un peso indispensable en todo el consumo de bienes o servicios en línea, pues determinan la agilidad y comodidad con la que se realizan las compras y ventas; además de influir en los costos que asumen los comercios y el tiempo en el que pueden disponer de la liquidez”, señala María Fernanda Quiñones, presidente ejecutiva de la CCCE.
“Trabajar en un IPS en el que las transacciones se ejecutan al instante, termina siendo un dinamizador de la economía y un gran paso para la evolución del ecosistema digital en el país”
María Fernanda Quiñones
Para la CCCE, algunos de los beneficios que respaldan la implementación de un sistema de pagos instantáneos que abarque a todo el ecosistema financiero y comercial en Colombia son:
Reducción de costos: la manera tradicional en la que se realizaban los pagos implicaba un mayor tiempo de procesamiento y costos mucho más altos para los usuarios, debido a la gran cantidad de intermediarios que validaban y ejecutaban las transacciones. Con los IPS, el proceso demora segundos y permite una mayor interoperabilidad entre todo el ecosistema.
Regulación: algo que ha apoyado la adopción masiva de los pagos instantáneos en Latinoamérica, ha sido la regulación gubernamental. Este punto resulta ser el eje principal para garantizar el correcto funcionamiento del ecosistema, pues se establecen unos lineamientos y protocolos enfocados a la eficiencia y seguridad de los IPS.
Además, fomenta la supervisión del acceso directo de todos los participantes al sistema, independientemente de su tamaño o naturaleza, convirtiéndolo en un modelo más equitativo.
Inclusión financiera: uno de los objetivos de los IPS es que los pagos sean asequibles para todos los segmentos de la sociedad, pues se busca que el costo de una transacción sea igual o menor al de usar efectivo, y se popularice en distintas actividades económicas.
Con mayores facilidades para su implementación e interoperabilidad, los pequeños y medianos comercios pueden brindar más opciones para realizar compras físicas u online, fomentar el consumo y disponer del dinero al instante.
