Cuando al desarrollo de robots se le suma una empresa de armas, la preocupación se enciende de inmediato. Así está sucediendo en Corea del Sur, donde la universidad KAIST está trabajando en colaboración con una compañía de defensa y armas autónomas, según informó The Guardian.
De acuerdo con el medio, la preocupación por los “robots asesinos” generó una movilización de expertos en inteligencia artificial de casi 30 países que piden boicotear laboratorios en la universidad de Corea del Sur, y expresan ‘gran preocupación’ por la asociación con la empresa líder de defensa (Hanwha Systems).
Como si se tratara de la Skynet de Terminator, la KAIST (Korea Advanced Institute of Science and Technology) es una universidad pública en donde, entre otras cosas, trabajan en el desarrollo de estos robots asesinos y de armas de Inteligencia Artificial. De ahí la preocupación que resultó en una carta firmada por más de 50 investigadores de renombre en IA y Robótica, quienes convocado a un boicot contra el KAIST para que no continúe con estos desarrollos.
“Hay muchas cosas buenas que puedes hacer con IA , cosas que salvan vidas incluso en un contexto militar, pero declarar abiertamente que el objetivo es desarrollar armas autónomas y tener un compañero como este despierta una gran preocupación”, dijo Toby Walsh, el organizador del boicot y profesor en la Universidad de Nueva Gales del Sur. “Se trata de una universidad muy respetada que se asocia con un aliado éticamente dudoso y que continúa violando las normas internacionales”.
(Demostración de un robot que puede cargar y ser controlado por personas, este fue un desarrollo para misiones de rescate o para ayudar a personas con discapacidades).
Este boicot se produce antes de una reunión de las Naciones Unidas en Ginebra en la que se tratará el tema de las armas autónomas. Más de 20 países ya han pedido una prohibición total de los robots asesinos.
El uso de la tecnología para el mal es una preocupación latente desde hace años, no solo en de grandes fabricantes como este caso sino también en usos más caseros, como la posibilidad real de imprimir armas en 3D. Según otra publicación de The Guardian, expertos señalan que los campos de la inteligencia artificial y la robótica están avanzando tan rápido que será cuestión de años y no décadas, para estar de cara a una guerra con armas y vehículos autónomos.
Los académicos advierten sobre los peligros de estas armas en escenarios de guerra:
“Si se desarrollan, las armas autónomas serán la tercera revolución en la guerra. Permitirán que la guerra se dispute más rápido y a una escala mayor que nunca. Ellos tienen el potencial de ser armas de terror. Los déspotas y los terroristas podrían usarlos contra poblaciones inocentes, eliminando cualquier restricción ética. Esta caja de Pandora será difícil de cerrar si se abre.
Al igual que con otras tecnologías prohibidas en el pasado como los láseres cegadores, podemos simplemente decidir no desarrollarlos. Instamos a KAIST a que siga este camino, y trabaje en cambio en los usos de la IA para mejorar y no dañar vidas humanas”.
Y ya en 2017 Elon Musk alertaba que países como China o Rusia que han tenido un fuerte desarrollo en ciencias de la computación entran a competir por la superioridad en IA lo que podría causar una tercera guerra mundial.
China, Russia, soon all countries w strong computer science. Competition for AI superiority at national level most likely cause of WW3 imo.
— Elon Musk (@elonmusk) 4 de septiembre de 2017