El pasado 7 de septiembre, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en aceptar el Bitcoin como moneda de curso legal. El gobierno de ese país desarrolló una billetera electrónica propia y anunció la adquisición de 200 Bitcoin adicionales a los 200 que ya tenía. Estas criptomonedas servirán para dar a cada ciudadano un bono equivalente a 30 dólares mediante Chivo Wallet, la aplicación oficial del gobierno para ese propósito.
Algunos ciudadanos salieron a las calles a rechazar la implementación de la criptomoneda con argumentos como la volatilidad del Bitcoin o la falta de representación física del dinero.