En la historia de nuestro Sistema Solar, hay un capítulo sobre 2 planetas que incluso hasta hoy en día los científicos no logran comprender. Hace 4.000 millones de años, estos planetas estaban en su época de infancia, y tenían mucho en común. Ambos tenían lagos y ríos, cráteres y volcanes activos en la superficie. Uno de estos planetas es Marte, y el otro es nuestro planeta Tierra.
Pese a estas similitudes, los caminos de estos 2 planetas se bifurcaron. En la Tierra, el agua ebullente creó un cultivo del que nacieron los primeros organismos unicelulares, y que millones de años después han evolucionado hasta llegar a nosotros. Marte, sin embargo, no contó con tanta suerte, su agua se evaporó, su núcleo se enfrió y con esto perdió su campo magnético.
Aunque ambos mundos solían ser similares, la diferencia entre sus destinos no puede ser más marcada. Precisamente qué elementos provocaron esta diferencia es algo que hasta el día de hoy no sabemos, pero que se sigue estudiando fuertemente. Precisamente por esto, la décima edición de Campus Party tuvo como invitada a Maria Angélica Leal, docente de la Licenciatura de Ciencias Naturales de la Universidad de la Sabana y miembro de la Red Colombiana de Mujeres Científicas para hablar sobre Marte y nuestro futuro.
¿Qué es la astrobiología?
Según Leal, en el pasado el término ‘astrobiología’ era malentendido. Después de todo, la astrobiología nos hace pensar en imágenes como la de los alienígenas verdes y ojones, o en reptilianos que viven en Saturno. Sin embargo, este es un campo de estudio que ha venido ganando mucha tracción en los últimos años, principalmente para estudiar las condiciones de la vida en la Tierra y en otros cuerpos celestes.
“La astrobiología no es una cosa sacada de la ciencia ficción, sino que es algo realmente científico –dice Leal–. Es una ciencia o un campo que busca entender el origen, la evolución, la distribución de la vida en nuestro planeta y en otros cuerpos”. O para entender más fácil, también se encarga de estudiar cómo podría darse la vida en otros planetas distintos a la Tierra.
Y es que, aunque pudiera pensarse que este es un campo nuevo de investigación, lo cierto es que la astrobiología lleva con nosotros casi desde el inicio de la civilización. Incluso en el antiguo Egipto, dioses como Horus demuestran un interés muy temprano por nuestro planeta vecino, Marte. Esto, simplemente, porque es uno de los planetas que podemos ver a simple vista, nos explica Leal.
Marte es uno de los cuerpos más estudiados
Esta cercanía con nosotros ha convertido al planeta no solamente en un objeto de estudio riguroso, sino también un candidato para contener una colonia de humanos. Además de estar relativamente cerca, para científicos como Ashwin Basada –quien colabora en el róver Curiosity– el planeta es muy similar a lo que la Tierra fue hace algunos miles de millones de años.
Marte se parece a esta Tierra primitiva, entonces si estudiamos Marte, también vamos a poder comprender algunas de las cosas que no entendemos del pasado de la vida en la Tierra.
Maria Angélica Leal, docente de la Licenciatura de Ciencias Naturales de la Universidad de la Sabana y miembro de la Red Colombiana de Mujeres Científicas
Y es que, recordemos que apenas este año han llegado 3 misiones exitosamente a Marte: Hope (Emiratos Árabes), Perseverance (Nasa, JPL) y Zhurong (Agencia Espacial China). Con estas misiones no solamente aprenderemos sobre temas como la superficie marciana, su órbita, sus corrientes, su atmósfera, indicios de agua y, tal vez, restos de vida microbiana que pudo haber vivido hace millones de años.
Sin embargo, aunque podemos aplaudir el desarrollo de la exploración marciana, lo cierto es que nuestras chances de vivir en Marte cada vez se vuelven más frágiles. Pensemos, por ejemplo, que el viaje a Marte con nuestros cohetes actuales y con condiciones orbitales óptimas toma alrededor de 7 meses. De la misma forma, temas como la radiación solar, la falta de atmósfera y el frío hacen que la vida en Marte todavía esté reservada a la ciencia ficción.
¿Podremos vivir en Marte?
Y sin embargo, con todos los elementos en contra, los humanos seguimos soñando con el día en donde podremos vivir en Marte. Elon Musk es tal vez una de las voces más grandes en este movimiento para llevar a los humanos a Marte, pero lo cierto es que no es único que está convirtiendo este sueño en realidad.
Científicos y científicas como María Angélica Leal trabajan día a día para poder entender no solamente la vida acá en el planeta, sino también a lo que podría llegar nuestra vida en otros cuerpos celestes. De hecho, ella recalca el hecho de que, gracias a las similitudes entre la Tierra y Marte, hay lugares acá que se asemejan mucho al planeta rojo.
“En Antártida hay algunas zonas en donde, por la composición de los sustratos, la baja temperatura, la radiación, ambientes que no tienen oxígeno, pues se parecen mucho a lo que podríamos encontrar en Marte”, nos explica Leal. Y es que, aún si la vida fuera dura en Marte, esta expansión podría significar también el primer paso hacia una humanidad repartida en el sistema solar.
Para acabar, sin embargo, y con los ojos todavía puestos en el espacio, una reflexión importante es que nuestro planeta Tierra es un cuerpo único, y que nuestra tarea es protegerlo, porque hasta donde sabemos no hay reemplazo. ”En ese cuidado debemos reconocer que es el único planeta con vida hasta ahora”, recalca.