Las redes 5G –la última generación de comunicaciones– representa un salto gigante en términos de velocidad, conectividad y de latencia. Para los usuarios, este cambio trae varias ventajas, de manera que la infraestructura detrás de una red 5G es también la más avanzada en el mercado.
1. Los centros de datos son el corazón de la red, todas las aplicaciones de 5G tienen sus raíces en los servidores. Todas las instrucciones y la conectividad serán procesadas en tiempo real en la nube por los operadores, con los mejores estándares de seguridad y la menor latencia posible.
2. La fibra óptica es como las venas por donde viajan todos los datos. La información es transmitida usando rayos de luz, y esto significa que en condiciones óptimas una red de fibra óptica transmite datos al 70 % de la velocidad de la luz, o unos 200.000 kilómetros por hora.
3. Con el poder del Edge Computing, mucho del procesamiento se hará mucho más cerca de los usuarios. Entre más cercanos estén los servidores del usuario, la latencia (el tiempo que la señal tarda en ir de un lugar a otro y generar una respuesta) será mucho menor. Gracias a estos avances será posible implementar soluciones de carros autónomos y telemedicina, en los que se requiere reacción prácticamente inmediata.
4. Las antenas 5G serán las encargadas de llevar el poder la red 5G a nuestros dispositivos. Con grandes avances en las redes inalámbricas y lo que se conoce como mmWave, los dispositivos serán capaces de descargar y subir contenidos hasta 100 veces más rápido que en nuestras redes 4G actuales. Y no se trata solamente de teléfonos, sino de cualquier dispositivo conectado a la red.
5. Por último, nuestros teléfonos preparados para 5G podrán disfrutar de todos los beneficios de la red de última generación. Teléfonos equipados con chips MediaTek Dimensity ya están preparados para el futuro de las telecomunicaciones. Enrutadores, carros autónomos, teléfonos y dispositivos IoT; todos deben estar preparados para la siguiente generación.