Dicen que desde la arquitectura se puede analizar en quiénes ha reposado el poder a lo largo de la historia. Cuando se irguieron las iglesias se trató de una muestra del dominio religioso, luego vinieron los edificios de Gobierno y nuevos poderes que se alzaron por encima de los techos de otros. Bancos y edificios de industria dominaron años después. Y de pronto llegaron los edificios llenos de oficinas, un imperio que llegó aún más alto con construcciones como los rascacielos que demostraban su poder. Entre más alto, más poderoso.
Solo hay que detenerse y mirar las calles para identificar los vestigios de estos cambios; un ejemplo en Bogotá es la carrera Décima que alguna vez fue el ‘Wall Street’ de la ciudad.
Pero antes de la pandemia del nuevo coronavirus, el reinado de las oficinas ya había comenzado a tambalear, a raíz de varios aspectos como los costos, la revolución tecnológica y un tímido cambio de cultura enfocado hacia nuevos modelos laborales (como el trabajo remoto). Con el COVID-19 lo que pasó fue que todo esto estalló y, a la fuerza, se cuestiona aún más su existencia, partiendo de tesis como que el trabajo no es un lugar al que se va, sino es algo que se hace y, en muchos casos, puede hacerse desde la casa. ¿Será la muerte de las oficinas? No se puede asegurar tal cosa, pero las formas de trabajar sí cambiaron.
A lo anterior se suma una problemática que surgió a raíz de la emergencia: el papel de los coworkings. Representantes de ese mercado, como WeWork, brillaron por poca o nula flexibilización frente al cobro de arriendos por espacios que no se utilizaron. Aunque, al igual que en todas las industrias, estos actores también se reacomodan al ritmo de las necesidades inmediatas.
El mundo aún está levantando datos para analizar el futuro del trabajo
Hablar de estadísticas actuales es complejo, porque de repente y empujados por el aislamiento, millones de personas se subieron a ese barco de teletrabajo, trabajo remoto y trabajo desde casa (que no son sinónimos, y ahí se genera otro tema de discusión). En cada país, las dinámicas son diferentes y las regulaciones también, por lo que para darse una idea sobre lo que está sucediendo vale la pena revisar datos de los actores más relevantes: las empresas de tecnología que están dando soporte para que se pueda trabajar desde cualquier parte del mundo.
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En su informe de tendencias de trabajo remoto, publicado el 9 de abril, Microsoft aseguró que el número de usuarios móviles semanales de Teams creció a más de 300% de comienzos de febrero a marzo de 2020, y que al 31 de marzo registró un incremento de 2.700 millones de minutos de reunión en un día; eso es un aumento del 200% frente a los 900 millones de minutos registrados el 16 de marzo de 2020.
De otro lado, Kaspersky –empresa de ciberseguridad global– realizó una encuesta en Estados Unidos, Australia, Francia, Italia, España, Alemania, Suecia, Rusia, México, Brasil y Colombia, para analizar algunos cambios de comportamiento durante el trabajo en cuarentena. En el reporte se destacaron algunos puntos clave, como los siguientes:
- 55% de los encuestados aseguró que sus empleadores les habían proporcionado los dispositivos necesarios para trabajar en casa.
- 26% de los trabajadores no tiene habitaciones separadas en casa para que todos los miembros de la familia adelanten sus respectivas actividades.
- 33% de los encuestados dice que ha tenido más conflictos con sus hijos por las limitaciones de uso de Internet.
- 73% de los trabajadores no ha recibido ninguna capacitación sobre seguridad de TI por parte de su empleador.
- 51% de los trabajadores admite ver contenido para adultos en dispositivos que utiliza para fines laborales.
Parece que las dinámicas de trabajo finalmente están cambiando, ¿pero cómo exactamente? El cambio cultural es el activo más destacado y como consecuencia de esto, se están cuestionando los modelos de liderazgo y de medición de productividad.
“Este es el gran ganador, a mi manera de ver: cambiar paradigmas de los directivos y que entiendan que se debe medir la productividad y no la hora escritorio. Posibilitar la capacidad de que los usuarios elijan cómo prefieren trabajar es fundamental, sin dejar de lado la implementación de soluciones, herramientas y aplicaciones tecnológicas que redunden en productividad, en optimizar la experiencia de los colaboradores y en proteger la información empresarial contra las vulnerabilidades que plantean las amenazas de seguridad, evitar el robo y la pérdida de datos y garantizar el cumplimiento absoluto con estándares y reglamentaciones“, afirmó Juan Pablo Villegas, gerente General de Citrix Colombia, empresa especializada en soluciones y tecnologías para el trabajo y la productividad.
En Colombia particularmente se trabaja muchas horas, pero la productividad no aumenta. Puede ser que haya llegado el momento del cambio.
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¿A quiénes y cómo les cambiará la forma de trabajar?
Para comprender un poco más los cambios reales que se están produciendo, buscamos a quienes trabajan en este frente, las empresas que están apoyando estas transiciones y proveen algún tipo de solución específica para el trabajo remoto.
Citrix Colombia se enfoca en ofrecer soluciones centradas en las personas y que permiten una forma mejor de trabajar, y durante este periodo de aislamiento vio cómo las dinámicas comenzaron a cambiar rápidamente. Todas las organizaciones comenzaron a revisar su estrategia de conexión remota –claro, unas estaban más adelantadas que otras– y como segundo paso, ahora están evaluando modelos no de corto plazo y emergencia, sino de transformación permanente.
Aunque eventualmente se podrá volver a compartir espacios, lo que están planteado las organizaciones es continuar con modelos híbridos.
Por otro lado, Internexa –empresa de soluciones de telecomunicaciones– vio procesos similares en su operación, en la que la demanda aumentó considerablemente, igual que le pasó a Citrix. “En cuanto a los servicios de tecnología y telecomunicaciones, si se percibió un aumento en la demanda, sobre todo en lo que implica temas de acceso a Internet y herramientas de colaboración para empresas. También se evidenció un incremento del tráfico hacia Estados Unidos debido al uso de plataformas de videoconferencia y de estudios que están ubicadas en esta región“, compartió Jairo Guzmán, director de Mercadeo de la compañía.
Sobre quiénes están migrando hacia estos modelos, ambas empresas estuvieron de acuerdo en señalar que es una tendencia que abarcó a todos los sectores, incluso los que pensaban que no podían hacerlo. Esto, teniendo en cuenta que si bien no en todos los casos la migración de los equipos puede hacerse a un 100%, siempre existe alguna tarea, alguna vertical del funcionamiento de una empresa, que puede hacerse de manera remota (especialmente los casos de administración, por ejemplo).
Ahora, por ejemplo, la discusión no está en si pueden o no hacerlo, sino en cuáles casos o cargos se puede aplicar modelos de teletrabajo de manera permanente. Aunque aquí también hay que pensar en casos como la salud, parte de la protección del personal ha consistido en evitar el contacto y de ahí el repunte de la telemedicina a través de todo tipo de herramientas. De una u otra manera todas las actividades comenzaron a analizar su espacio en entornos virtuales, que va más allá de hacer una videoconferencia.
Lo anterior no quiere decir que se eliminará la presencialidad, no. Seguirá siendo importante, “lo que pasa es que serán modelos híbridos y ojalá [las organizaciones] migren a modelos flexibles de horario, no tiene que salir todo el mundo al tiempo para ir a una oficina”. Villegas también resalta que en lo que se está llamando ‘la nueva normalidad’ precisamente se contempla el retomar la presencialidad, pero no igual que antes, “la operación retorno a las oficinas y a los espacios de trabajo debe permitir que los empleados puedan elegir cómo trabajar y desde donde hacerlo”.
“Algunas [organizaciones] debieron repensarse por completo y otras sencillamente debieron flexibilizarse solo un poco. Nadie se esperaba una situación como esta, por esto, es fundamental que las empresas estén siempre preparadas y comprendan la importancia de la digitalización, la transformación digital como cambio cultural y de contar con planes y estrategias de telecomunicaciones y tecnología que les permitan estar preparadas para enfrentar retos como este”, agregó Guzmán.
Pero para citar casos reales, Guzmán compartió la implementación del Grupo ISA, la cual está acompañando Internexa. Hoy, más del 70% de los empleados de ISA en toda la región está trabajando de forma remota; el ejecutivo resalta que el paso de esta modalidad se dio en cuestión de horas y casi sin traumatismos. “Esto se debe a varios años de preparación y avance en Transformación Digital y en adopción de la tecnología como una herramienta que permite la continuidad del negocio“.
En términos generales Internet se volvió más importante que nunca y adicionalmente las empresas se enfocaron en los protocolos de seguridad necesarios para salvaguardar lo más valioso de una compañía que es su información, según comentó Villegas. Pero uno de las mayores transformaciones es la cultura empresarial y el liderazgo, “la capacidad de resiliencia y de ser flexibles ante una situación difícil; el acompañamiento a los colaboradores y sus familias; las medidas que desde recursos humanos se tomaron para mantener a su comunidad sana y segura; los protocolos de quienes por razones extremas debían desplazarse a sus lugares de trabajo y la capacidad de todos para adaptarse”.
El gran cambio: se hizo el clic mental
Las discusiones sobre teletrabajo y trabajo remoto tienen años, pero no eran prioritarias, eran para responder después.
En Impacto TIC tenemos ya un repositorio sobre casos, prácticas, modelos y beneficios del trabajo flexible, que mejora la calidad de vida de los trabajadores o que permite optimizar recursos. Pero hoy, en medio de una transición que puso a la humanidad en el mismo canal de repensar el futuro, pareciera ser que finalmente se logró materializar la famosa frase ‘hacer un clic mental’.
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Es el momento de capitalizar todos los errores cometidos y hacer los ajustes que sean necesarios.“Los líderes en la nueva normalidad deben estar atentos de las necesidades y a la retroalimentación de su equipo según su experiencia durante las últimas semanas, pues para muchos el trabajo remoto representó un modelo exitoso para su vida profesional, pero para otros pudo no cumplir con sus expectativas”, explicó Villegas.
Los retos no fueron pocos, puesto que las compañías se enfrentaron a situaciones inesperadas como “retos en su conectividad, retos en que la gente tuviera espacios adaptados para trabajo remoto en sus casas, brechas de seguridad importante para dar acceso a usuarios”. Luego de superar estos problemas, el potencial será enorme.
Finalmente, lo más importante y que marcará el futuro del trabajo es precisamente el darse cuenta de que no hay una única manera de hacerlo.
Foto de portada: Dylan nolte en Unsplash.