Colombia continúa dando pasos para diversificar las fuentes de energía, y sus esfuerzos son reconocidos mundialmente. Por un lado, el país estrenó la planta de energía solar más grande hasta ahora en el territorio nacional, y por el otro, 2 estudios publicados por el Foro Económico Mundial y el fondo de inversión Edmond de Rothschild califican positivamente los esfuerzos en el proceso de incorporación de energías renovables.
La planta de energía, instalada por Enel, está ubicada en El Paso (Cesar) y tiene capacidad de 86,2 MW y potencial para producir 176 GW por año, lo suficiente para suplir la demanda energética de más de 100.000 hogares y 400.000 personas (algo así como la población de Valledupar). Se estima que la planta de energía ayudará a disminuir unas 107.000 toneladas anuales de emisiones de CO2 en la atmósfera.
Se trata del parque solar en operación más grande de Colombia, pues su área es de unas 210 hectáreas, algo parecido a 227 canchas de fútbol, y cuenta con 250.000 paneles solares.
Si bien representa un gran salto para el país en generación de energía, con sus 86,2 MW (80% de la capacidad solar instalada), no es el parque solar más grande de Enel y su división Enel Green Power, pues el Parque Solar Fotovoltaico Villanueva, en México, tiene una capacidad total de 828 MW, y es el quinto de mayor capacidad en el mundo. (Este es el ranking de los parques solares más grandes del momento).
Hoy durante la inauguración de la #PlantaSolarElPaso ratificamos nuestro compromiso con la #TransformaciónEnergética de Colombia y con las energías renovables no convencionales para diversificar la matriz energética del país. #Renewables4All pic.twitter.com/5ll6tgF0yZ
— EmgesaEnergia (@EmgesaEnergia) 5 de abril de 2019
Avances en los rankings globales
En cuanto a los estudios, el Foro Económico Mundial presentó el Índice de Transición de Energía (ETI), Colombia ocupó el puesto 34 entre los 115 países que hacen parte de este, con un puntaje del 61%, por encima de Canadá (61%), México (60%), Perú (59%), Brasil (58%), y en Latinoamérica, solo fue superado por Uruguay (67%), Costa Rica (64%) y Chile (63%).
Por otro lado, en el indicador que mide el desempeño del sistema y qué tan preparado está un país en el camino hacia una transición energética, se destaca que Colombia avanzó 21 puestos, al pasar del puesto 73 en 2018 al 52 en 2019.
Un segundo estudio, el del grupo Edmond de Rothschild, reveló que Suiza, Colombia y Suecia fueron los países que más adelantos registraron en sus políticas de sostenibilidad y transición hacia energías renovables en 2017.
El estudio recopiló datos de 60 países desde 1980 hasta 2017 y tuvo en en cuenta 4 factores: consumo energético, emisiones de CO2, la participación del consumo de energías fósiles en el consumo de energía total y la eficiencia energética (el PIB generado por unidad de energía utilizada).
Colombia ocupó el segundo lugar, debido al consumo de energía primaria en relación a los otros países del mundo, la limitación de emisiones de CO2 y gracias a la topografía, porque el país “aprovechó la oportunidad de desarrollar las centrales hidroeléctricas hace ya más de 40 años. Hizo esfuerzos considerables en materia energética en el sector de los transportes”.
Según el Ministerio de Minas y Energía, el compromiso del Gobierno Nacional con la transformación energética está encaminado a diversificar, complementar e impulsar la competitividad de la matriz energética, incorporando más energías renovables de fuentes no convencionales. La meta es pasar de 50 megavatios de capacidad instalada a mínimo 1.500 megavatios en fuentes no convencionales de energías renovables en los próximos 4 años.
En la región Caribe tenemos una oportunidad única: la velocidad del viento de La Guajira es el doble que la del promedio mundial, y contamos, además, con una de las luminosidades más altas. El potencial de recursos eólicos y solares en esta región del país puede ser mayor que el potencial hídrico a nivel nacional.
María Fernanda Suárez Londoño, ministra de Minas y Energía.
Adicionalmente, se adelantan más iniciativas para acelerar la transición energética del país desde otros actores. Algunas empresas están transformando sus estructuras para producir su propia energía o están comprando energías renovables.
Si bien las energías no renovables siguen dominando en el mundo, el futuro del planeta en gran medida depende de que se aceleren las acciones para sustituirlas. Colombia avanza a buen ritmo en ese camino.
