#ForTheWeb
Web Foundation.
“La web libre y abierta se enfrenta a retos reales. Más de la mitad de la población mundial aún no puede conectarse a Internet. Para la otra mitad, los beneficios de la web conllevan demasiados riesgos: para nuestra privacidad, nuestra democracia, nuestros derechos”.
En 1989 Sir Tim Berners-Lee presentó una propuesta que cambiaría el mundo, y que hoy se conmemora mundialmente: el nacimiento de la red informática mundial, la famosa WWW de la ‘world wide web’. Su creador constantemente reflexiona sobre la situación actual de la WWW y desde 2017 advirtió sobre los tres desafíos actuales que enfrenta actualmente.
Hoy el panorama sigue igual, e incluso, un poco más preocupante, pues según Berners-Lee, los valores originales que ayudaron a la difusión de la Web hace casi tres décadas están bajo amenaza.
A través de la World Wibe Web Foundation, creada para luchar por el futuro de la Web, Berners Lee compartió sus y preocupantes reflexiones sobre lo que viene, más aún cuando ya se confirma que más de la mitad de la población mundial está conectada.
¿Cómo hacemos para que la otra mitad del mundo pueda acceder a la web?
¿Estamos seguros de que el resto del mundo quiere conectarse a la web que tenemos hoy en día?
Apela por cerrar la brecha digital, porque ésta solo aumenta las desigualdades ya existente y representan “una grave amenaza mundial”. Recordemos que el acceso a Internet, al igual que el agua potable, la electricidad, la vivienda y alimento, es un derecho humano declarado por la ONU desde 2016.
Conseguir que la web funcione en beneficio de las personas es otro punto clave, pues él ve con preocupación que la concentración de poder está en un puñado de empresas que tienen el control sobre cuáles serán las ideas y opiniones que se podrán ver y compartir.
“Estas plataformas son capaces de afianzar su posición dominante mediante la creación de barreras de entrada a potenciales competidores. Absorben a las ‘startups’ con potencial para convertirse en una amenaza, compran todas las innovaciones tecnológicas y contratan a los mejores talentos de la industria. Si a esto añadimos la ventaja competitiva que les proporcionan los datos de sus usuarios actuales, no podemos sino esperar que los próximos 20 años sean bastante menos innovadores que los anteriores”.
Por otro lado, agrega que se deben incorporar más voces al debate sobre el futuro de la web, pues no se trata únicamente de todos aquellos que ya están conectados, sino también sobre aquellos que aún no lo están.
También habló de la economía digital, del mito de la publicidad como único modelo de financiamiento y del mito de que ya es demasiado tarde para cambiar la forma en que operan las plataformas. “Para resolver estas dos cuestiones deberemos ser un poco más creativos”.
“Hoy quiero que nos desafiemos a tener ambiciones más grandes para la web. Quiero que la web refleje nuestras esperanzas y cumpla nuestros sueños, en lugar de amplificar nuestros miedos y profundizar nuestras divisiones.
Reunamos a las mentes más brillantes del ámbito de los negocios, la tecnología, el gobierno, la sociedad civil, las artes y el mundo académico para afrontar las amenazas al futuro de la web”.
Los desafíos siguen más vigentes que nunca
En 2017 Sir Tim Berners-Lee expresó que inicialmente:
… imaginaba la web como una plataforma abierta que permitiría a todas las personas, en todas partes compartir información, tener acceso a oportunidades y colaborar más allá de límites geográficos y culturales.
De muchas maneras, la web ha cumplido con esta visión, aunque mantenerla abierta ha requerido de muchas batallas. Pero en los últimos 12 meses me he sentido cada vez más preocupado por tres nuevas tendencias que debemos abordar para que la web cumpla con su verdadero potencial como herramienta que sirve a toda la humanidad.
1. Hemos perdido control de nuestra información personal
Es una preocupación generalizada, ya que para acceder a muchos servicios y negocios digitales el usuario debe compartir información personal. Se permite iniciar sesión a través de la cuenta de Facebook, por ejemplo, y a cambio, el servicio en cuestión tiene acceso a fotos, contactos, información como correo, teléfono y demás. Se aceptan largos y confusos términos de condiciones que en la mayoría de los casos no son leídos.
Lo más preocupante es que a los usuarios no les importa leer, no les importa que se recopile su información, ni se preguntan qué podría pasar con ella o lo que las empresas hacen con ella: y no son solo empresas, incluso los gobiernos también observan diariamente los movimientos de los usuarios en línea.
“Cuando nuestra información se conserva en lugares patentados la perdemos de vista, perdemos los beneficios que podríamos obtener si tuviéramos control directo sobre esta información y eligiéramos cuándo y con quién compartirla”, explica Berners-Lee.
El padre de la ‘world wide web’ también menciona en este punto la aprobación de leyes extremas que atentan contra los derechos a la privacidad, regímenes represivos y los efectos negativos sobre la libertad de expresión, entre otros.
2. Es muy fácil difundir información errónea en la web
Como tanto se ha hablado, las noticias falsas y contenidos tendenciosos preocupan en todo el mundo. Uno de los mayores problemas es que los sitios ganan más dinero cuando se hace clic en los enlaces que muestran, y esos que aparecen lo hacen basándose en algoritmos que adquieren ese conocimiento a partir de la información personal.
“El resultado final es que esos sitios nos muestran contenido en el que creen que haremos clic, lo que significa que la información errónea, o ‘noticias falsas’ (“fake news”), algo sorprendente, sobrecogedor o diseñado para apelar a nuestras preferencias, se puede esparcir como reguero de pólvora. Y a través del uso de ciencias de datos y ejércitos de bots, quienes tienen malas intenciones pueden engañar al sistema para difundir información errónea y obtener un beneficio económico o político”.
3. La publicidad política en línea necesita transparencia y entendimiento
La personalización de los contenidos, generados a raíz del análisis de los datos de los usuarios, han resultado en la creación de publicidad política en línea altamente sofisticada. Según The Guardian, durante el periodo electoral estadounidense de 2016, diariamente se presentaban hasta 50,000 variaciones de anuncios en Facebook, algo casi imposible de darle seguimiento.
Ahora, no es nada nuevo que estos anuncios e información política se estén usando alrededor del mundo de maneras poco éticas, “para dirigir a los votantes a sitios de noticias falsas, por ejemplo, o para hacer que potenciales votantes se mantengan alejados de las urnas. La publicidad dirigida permite que una campaña comunique cosas completamente diferentes, posiblemente contradictorias, a diferentes grupos. ¿Es eso democrático?”, cuestionó Berners-Lee.
¿Qué otros desafíos identifican hoy en día? Cuéntennos a través de redes sociales. Entre todos construimos una mejor Internet.
In 1989, @timberners_lee submitted a proposal that would change the world.
— The Web Foundation (@webfoundation) 12 de marzo de 2019
To celebrate #Web30, for the next 30 hours we’re asking everyone to contribute to a crowdsourced timeline of web milestones.
Share your web moments at #Web30 #ForTheWeb: https://t.co/8dRv1wdsOi pic.twitter.com/5GKuamd45p
Foto: Paul Clarke (Vía: Wikimedia Commons, CC).